La vida nos exige tanto que olvidamos escuchar la voz de Dios que susurra en lo más profundo del corazón
Para lograr la reconciliación con nuestro corazón es esencial realizar un movimiento clave e indispensable para alcanzar la paz interior.
Manteniendo el ánimo elevado en cada instante y escenario que se presente cotidianamente.
Cuando la rutina, el ruido y las preocupaciones del día a día intentan alejarnos de nuestra fe, es allí cuando más necesitamos abrir nuestros corazones y buscar al Padre con determinación
Cuando experimentamos la necesidad de fortalecer nuestra alma, el Creador se manifiesta para guiar a cada alma luminosa
Cuando cultivamos un espíritu sencillo, abrimos paso a la presencia de Dios en nuestra vida cotidiana, aprendiendo a valorar y comprender a quienes nos rodean
Las vivencias y percepciones que surgen al entregar y acoger afecto resultan singulares