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Confirmando Nuestras Creencias con Acciones

Al momento de sumarnos al sendero de luz debemos comprender toda su inmensidad. En el siguiente artículo estaremos mostrando de las bendiciones que aparecen en nuestro camino.

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“Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza. Él solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. Selah” Salmos 62:5-8

La vida está llena de altibajos, de momentos felices y tristes, de éxitos y fracasos. A veces nos sentimos en la cima del mundo y en otras ocasiones pareciera que nada sale bien. Pero en medio de todo esto, hay algo que siempre permanecerá constante: el tiempo.

Todo lo que sucede bajo el cielo tiene su momento y su lugar, y nosotros debemos armarnos de paciencia y confianza en Dios para poder enfrentar cada situación.

No podemos olvidar que todo lo que ocurre en nuestra vida, tanto lo bueno como lo malo, es un instrumento del Señor para ayudarnos a convertirnos en la persona que Él quiere que seamos. Debemos tener la capacidad de aceptar cada experiencia y aprender de ella, para poder crecer y evolucionar en nuestro camino espiritual.

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“Y al amanecer, los ángeles apremiaban a Lot, diciendo: Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no seáis destruidos en el castigo de la ciudad. Mas él titubeaba. Entonces los dos hombres tomaron su mano y la mano de su mujer y la mano de sus dos hijas, porque la compasión del Señor estaba sobre él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.” Génesis19:15-16 

El amor y la misericordia de Dios siempre estarán presentes en nuestras vidas, brindándonos paz y compasión en los momentos más difíciles. Debemos tener en cuenta que la vida es una historia en constante cambio, y que lo único que permanecerá inmutable es el amor de Dios.

Él siempre reinará en nuestros corazones, brindándonos la seguridad y la protección que necesitamos en momentos de incertidumbre.

Es importante que aprendamos a aceptar las diferentes situaciones que se presenten en nuestra vida, sin importar si son positivas o negativas. No debemos deprimirnos ante los momentos difíciles, ya que sabemos que Dios siempre nos brinda segundas oportunidades para aprender y crecer. 

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“Todo tiene su tiempo. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.” Eclesiastés 3:2-8

Podemos tomar estos momentos como una oportunidad para aprender de los errores y evitarlos en el futuro. Por otro lado, no debemos vanagloriarnos cuando todo parece salir bien en nuestra vida. Debemos ser humildes y agradecer a Dios por los momentos de alivio, fortaleciendo nuestro espíritu para cuando vengan los momentos de sequía.

Debemos tener en cuenta que todo lo que ocurre en nuestra vida tiene un propósito, y ese propósito es parte del plan que Dios ha diseñado para nosotros.

El deseo del Señor es que comprendamos que existe un plan específico para nuestras vidas, y que en muchas ocasiones ese plan puede no tener los resultados que esperamos. Sin embargo, debemos recordar que el recorrido nunca será fácil, pero el destino siempre valdrá la pena.


“Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.” Hebreos 10:24-25

Debemos tener confianza en que Dios nos guiará y nos protegerá en cada paso del camino, llevándonos hacia nuestro destino final. La vida está llena de altibajos, de momentos felices y tristes, de éxitos y fracasos. Pero en medio de todo esto, debemos tener presente que todo lo que ocurre bajo el cielo tiene su tiempo y su lugar, y que Dios siempre estará presente en nuestras vidas, guiándonos y protegiéndonos.

Para tener la capacidad de aceptar cada situación y aprender de ella, fortaleciendo nuestro espíritu y evolucionando en nuestro desarollo personal, junto a los seres queridos que nos acompañan en la vida y nos muestran todo lo que esas personas aprendieron junto al Espíritu Santo y a Dios.




Versículo diario:


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