En todo momento y lugar debemos recordar a todas aquellas personas que nos ayudan a seguir adelante en el camino de luz y del respeto. Explora en el siguiente artículo las alternativas para reconectar con los momentos y personas que nos ayudan a mejorar, alineando nuestra espiritualidad.

"En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas." Gálatas 5:22-23

¿Has sentido que tu esperanza y tu Fe está disminuyendo últimamente?

Vivimos nuestros días velozmente, sin detenernos a reparar sobre el estado de nuestros sentimientos y emociones por el Señor. Diversos son los factores que nos conducen fácilmente a una vida con estrés y ansiedad alejados del camino de Dios.

Poner un freno, de vez en cuando, e introducir en nuestras rutinas cotidianas un espacio de tiempo para dar especial atención a la reconexión espiritual y el amor por el Salvador, nos ayudará a limpiar nuestros corazones.   

La clave para mejorar la calidad de vida, con amor y respeto hacia el Espíritu Santo, hacia nuestro Padre Celestial y reconectándonos con nuestros seres más cercanos y queridos.

"El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que esta no llega a dar fruto." Mateo 13:22

El corazón, como la mente, también necesita atravesar depuraciones. La vida diaria, el estrés, los conflictos, la contaminación de las ciudades y las situaciones que te alejan del camino de redención con el Señor son elementos que te sumergen en un mar de dudas y distanciamientos de la verdad iluminada.

Realizar espacios de meditación y reconexión interior con el Padre Celestial nos permitirán descubrir todas sus bendiciones, sus milagros y las enseñanzas que nos facilitaron ese puente entre el amor y el respeto necesario para sanar espiritualmente.

Lograr reconectar con la familia, las amistades y los seres queridos nos dará la fuerza suficiente para avanzar en nuestro día a día y superar las adversidades que se nos presenten.

"Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca." Hebreos 10:24-25

Todas las familias poseen momentos buenos y malos. Cosas no dichas, historias escondidas o negadas. Cada uno de nosotros carga sobre sus hombros este pasado grupal, muchas veces sin siquiera ser conscientes de esto.

El momento adecuado para reconocer la existencia de estos nudos y desarmarlos en la presencia el amor es ahora. Conversar con un amigo, una pareja o familiar cercano sobre nuestra historia puede llevarnos a entender nuestro vínculo con el Espíritu Santo. No tengamos miedo de realizar las preguntas que se sientan necesarias parar reconectarnos con Dios y con sus bendiciones.

El diálogo es el primer paso hacia la sanción de nuestra Fe y de nuestro vínculo con el Padre Celestial. La oración y la lectura de las Sagrada Palabra será la clave para avanzar por tu camino más liviano y libre para emprender tu propia historia junto al Salvador.

"Pues, así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma función, también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás." Romanos 12:4-5

Para que la renovación epiritual sea completa, este es el momento ideal para llevar claridad a los vínculos familiares, cerrar historias pasadas que ya no nos representan, despedirnos de aquellas situaciones o personas que ya no forman parte de nuestras vidas.

Así mismo, limpiar nuestra alma, renovando los votos de confianza y la energía necesaria para sentir el amor del Señor en nuestro corazón. A través de pequeñas acciones y movimientos de acercamiento al sendero de luz, se nos facilitará el resto del proceso.

Así como el viento arrastra todo aquello desprendido de los suelos, recuerda que tienes la capacidad de cerrar y despedir situaciones antiguas de tu vida para poder así, dar lugar a todo lo que vendrá.

Acércate a tus seres queridos, si es necesario pide el perdón necesario para estar en paz con ellos y con Dios. Nunca es tarde.