Si olvidamos el camino sólo debemos recordar el amor eterno y solidario en nuestro ser interior. Guíate con estos versículos que encontrarás en el siguiente artículo.

“El que camina en justicia, y habla lo recto, el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos por no recibir cohecho, el que tapa su oreja por no oir sangres, el que cierra sus ojos por no ver cosa mala: Este habitará en las alturas: fortalezas de rocas serán su lugar de acogimiento, se le dará su pan, y sus aguas serán ciertas.” Isaías 33:15-16

Volver a descubrir al Espíritu Santo en este momento es una tarea que requiere de atención y de paciencia.

Al despertarnos cada día y enfrentar las jornadas diarias, sobrevienen en nuestra mente algunos pensamientos y escenarios que debemos afrontar. A veces sin comprender muy bien cómo, nos mantenemos encerrados en un cubículo de paredes inventadas por nuestra mente, sombríos y temerosos pensamientos que nos atan cadenas imaginarias hacia el pasado.

Preguntas se disparan en nuestro interior: “¿Por qué me sucede esto a mi?” ¿”Merezco no tener trabajo?” “¿No me alcanza el dinero, qué hago?” “No puedo amar ni ser amado, ¿qué hago?” 

Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.” Juan 16:33

Debemos intentar despojar esos miedos de nuestra vida. Debemos mantener nuestra Fe por delante, alimentando la esperanza y el amor hacia Jesús.

Es muy entendible que volvamos a Dios y recurramos al Espíritu Santo cuando ya no tenemos más lugar ni esperanza. Pero justamente aquí es cuando el Señor siempre nos perdona y nos recibe con sus bendiciones.

Nunca debemos olvidar su Misericordia, y su Gloria: nos lo demostró en cada pasaje y versículo que nos acompaña hoy día. Con Jesús en su misión de salvación, también se nos manifestó con ejemplos concretos.

Tenemos a nuestro alcance herramientas y testimonio de su enorme sabiduría y su creación absoluta.

“Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas.” Proverbios 3:5-6

Jesús nos acompaña desde siempre y desea desde su corazón que el Espíritu Santo llegue a nuestras vidas prontamente. Nos guiará en todo momento y lugar para poder volver a recordar la emoción de amar profundamente a Dios.

No podemos sólo contar con Él como si fuera una enmienda milagrosa. Tenemos que saber compartir a diario la oración y predicar acciones de Fe, para sentirnos al lado de nuestro Padre Celestial. Es el único modo de sentirnos cercanos a la sanación espiritual y a la evolución.

“No temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.” Isaías 41:10

Como seres humanos tenemos la capacidad de autosuperarnos constantemente. Si logramos entender que en realidad la sensación de estancamiento es producida sin motivo alguno, sino que por estos pensamientos inventados, vamos a salir rápidamente de este letargo.

Siempre tenemos que saber que Dios y el Espíritu Santo estarán allí para llenarnos de fuerza y darnos un rumbo de pensamientos y actitudes totalmente superadores.

El Padre Celestial nos muestra oportunidades y escenarios complicados para que busquemos una respuesta superadora en el Espíritu Santo. No lo olvides, en oración encomiéndate al Señor y agradece por su bondad eterna.