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Una Guía para Superarnos Día a Día

Claves fundamentales para superar cualquier adversidad. Encuentra en el siguiente artículo el modo de tomar el impulso necesario ahora mismo.

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“Dentro de poco, el mundo ya no me verá más, pero ustedes me verán, porque yo vivo y ustedes vivirán” Juan 14:19

Mas allá de estar pasando un momento difícil, no podemos dejar de tener presente que Dios nos ama y protege en todo momento. Sucede lo mismo con todos nuestros seres queridos, familia, amistades y las personas que nos rodean.

Si logramos trabajar en paciencia, teniendo generosidad para con quien lo necesite, manteniendo la serenidad, estaremos alineados con el camino de sanación espiritual.

Debemos emerger desde nuestras angustias y temores, encontrar crecimiento interior en las manos del Señor.

Si logramos generar espacios de conexión con la Sagrada Palabra, lograremos en oración, confiar cada día más en la Gracia del Señor.

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“Espero en silencio delante de El Señor, mi Dios, porque de Él proviene la victoria.” Salmos 62:1

Cuando tengamos la sensación de estar viviendo momentos críticos en nuestro recorrido, debemos saber siempre que el Padre Celestial nos guiará en su sabiduría eterna.

Con alguna bendición, en forma de ayuda seguramente, podremos realizar algún tipo de acción o toma de decisión que permita mejorar y solucionar lo que ocurra en este momento en nuestras vidas.

Dios nos ha regalado dones y virtudes, que emergen en estos momentos justamente. Es un buen momento para agradecer y desarrollar estos talentos olvidados y ocultos en nuestro ser interior. Al estar enfocados muchas veces en otras situaciones y variables del contexto rutinario, olvidamos realmente el poder del Espíritu Santo.

Concentrándonos en los pensamientos positivos, abrimos las puertas a las actitudes y actividades positivas que son, en definitiva, las acciones que nos harán caminar seguros por el camino del Señor.

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“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Isaías 41:10

En estos tiempos modernos que parecieramos vivir una confusión generalizada, una característica vital que no debemos perder de vista es mantener nuestro compromiso con la obra del Señor.

Nuestro Padre es todopoderoso y nos muestra cada día su infinita sabiduría y fuerza.

Con todos sus ejemplos aprendemos día a día cómo superar las adversidades apoyándonos en Él. Sabiendo que nunca nos abandonará y que solamente nuestro compromiso con el Espíritu Santo puede aliviar nuestras cargas emocionales.


“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Filipenses 4:8

Uno de los síntomas más evidentes de que estamos alejándonos del camino resulta ser algunas reacciones, respuestas o pensamientos que aparecen en nuestra mente y nuestro corazón. Es clave y necesario mantener con fortaleza y convicción, un equilibrio de gratitud por el Señor.

Cuando buscamos refugio en la Palabra, tenemos la certeza de que la paz renacerá en nuestro ser interior y que junto a la Sabiduría de Dios, lograremos alcanzar el equilibrio para comprender mejor el rol que nos toca poner en práctica en este momento del recorrido.


“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7

Justamente por intermedio de la Oración tenemos la maravillosa posibilidad de estar más cerca de su iluminación. 

El Señor nos ayuda a transformar los pensamientos negativos en confianza duradera en su obra y en la Fe.

Por eso es preciso pedirle con todas nuestras fuerzas a nuestro Padre Celestial que reemplace la desesperación por equilibrio, la angustia por la paz  y la sensación de soledad por la certeza de tener cerca nuestro personas maravillosas que nos guían.

El Señor llevará la luz a nuestras vidas, escuchando nuestras peticiones y aliviando nuestras cargas, nunca lo olvides.




Versículo diario:


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