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El Camino Forjará tu Corazón

Deja de preocuparte: durante el camino aprenderemos, tomaremos decisiones y sabremos en qué momentos pedir ayuda. Explora en el siguiente artículo los modos de aprovechar al máximo cada oportunidad de crecer.

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"Así también la Fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta." Santiago 2:17

Si alguien nos pregunta “¿A qué te dedicas?” o “¿Qué es lo que mejor sabes hacer?”, probablemente tengamos una respuesta casi automática ante esa consulta.

Siempre surgen en contextos donde uno se encuentra socializando o en un nuevo lugar, recién arribado, conociendo personas nuevas. Ya sea un motivo de viaje, cuando ingresamos en un trabajo nuevo o emprendemos un nuevo año escolar, nos topamos con personas que nunca antes nos habían conocido y están intrigadas en escuchar de nosotros mismos qué opinamos.

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“Porque el Señor es nuestro juez, el Señor es nuestro legislador, el Señor es nuestro rey; Él nos salvará.” Isaías 33:22

También es importante saber que Dios sabe las respuestas a ambas preguntas. Él nos conoce desde el inicio de nuestras vidas. Fue y es el testigo de todo nuestro progreso y desarrollo personal, profesional, amoroso y espiritual sin lugar a duda. ¿Alguna vez habías pensado esto?

Entendemos que Dios nos ama como somos. No nos juzga por nuestros pasados o por nuestras acciones, de las cuales nosotros mismos nos avergonzamos. En el corazón de nuestro Padre, no existen dichos actos. Él sólo desea conservar únicamente lo que te hizo crecer y avanzar como buen Cristiano.

¿De qué serviría acumular hechos malos que no te permitieron crecer? ¿Pensamientos y remordimientos que te no permiten avanzar y tomar decisiones? Si actualmente te encuentras en una situación donde te das cuenta que tu accionar no está siendo guiado por el camino del Señor, detente allí. No sigas más.

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“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2 Timoteo 1:7

Nuestro Padre Celestial no te juzgará, sino que borrará y olvidará todo lo antes realizado. Él más que nadie desea que extiendas tu mano y tomes su alma para poder equilibrar tu corazón abarrotado.Es el aquí y el ahora lo que debemos modificar.

Si continúas aferrándote a las malas acciones del pasado o si te atormenta no poder remediar tus malos actos, Dios no te considerará un mal Cristiano. Todo lo contrario. Entiende que el enemigo y las tentaciones del Diablo nos visitan a la puerta de casa a diario. Es por eso que tienes que creer desde lo más profundo de tu interior en su palabra, su creación y en el Espíritu Santo.

Aferrarte a los pensamientos que Dios nos recuerda con sus palabra divina y sus actos de Fe, permitiéndonos desterrar aquellas hostiles y contrariadas ideas que nos mantienen perplejos y en tinieblas. Dios no rememora lo que hiciste, sino que te da muchas oportunidades para sanar y poder encomendarte en su camino.

“No que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios.” 2 Corintios 3:5

Poder contar con Jesús, saber que nos ama sin importar lo hecho y recibirlo con el corazón y la mente abierta resultará fundamental para poder reconocernos en su voluntad. Responder de ahora en más con un proceso de cambio y modificación de actitud hacia la Fe, meditando y conectándonos con sus Mandamientos.

Invertir en el reinado del Padre Celestial nos brinda la esperanza de poder auto conocernos de un modo único, transportándonos mediante la lectura de los escritos sagrados a recibir nuevos tesoros y talentos que se encontraban ocultos e innatos en nuestro ser.




Versículo diario:


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