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Todo es Posible: Creyendo hasta el Infinito

No hay límites ni barreras cuando expandimos la esperanza del corazón. Encuentra el camino en el siguiente artículo.

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“Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.” Mateo 7:24

¿Cómo comprender que la Fe y la esperanza son los faros durante las tormentas que se presentan en nuestro camino de evolución espiritual?

Para comenzar podemos ver en qué punto fue que perdimos ese motor de inspiración que representa el Espíritu Santo.

Mantener la calma y poner toda nuestra confianza en Dios nos permitirá dar una vuelta de timón para poder colocar la vela a favor del viento y sentir nuevamente el crecimiento espiritual.

Esta decisión nos acecará un optimismo necesario, floreciendo desde el más profundo rincón de nuestro corazón. Las ganas de enfrentar los sucesos que se presenten en nuestra vida sin evadirlos, nos mostrará las bendiciones recibidas por El Señor.

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“Gracias Padre Celestial porque puedo compartir las pruebas de Tú amor, y guiar a mis seres queridos y amigos para que Te conozcan y encuentren Tu amor y Tu ayuda para solucionar cualquier problema o enfermedad que estén pasando. En el nombre de Cristo, amén.“ 2 Reyes 5:1-3

Si logramos priorizar el camino y la confianza en el Padre Celestial, estaremos habilitando un espacio que fue relegado y postergado por diferentes motivos.

Nos reencontraremos en este camino de esperanza y de Fe depositada en El Salvador, el único que nos puede volver a guiar hacia su destino de vida eterna en el Templo de los Cielos.

Si continuamos los días siguientes, sin tomar una decisión, el peso de nuestras cargas puede llevarnos a lugares que no son nada constructivos, sintiéndonos con un peso innecesario en nuestro interior. El temor reinará y la oscuridad será la que guie nuestro destino. Resulta imprescindible acercarnos a Dios, sin miedos, sin dudas y con la humildad necesaria que tuvo Jesús en su vida por la Tierra.

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“El sabio de corazón habla con prudencia, pero a sus labios añade sabiduría” Proverbios 16:23 

Puede suceder, en ocasiones, que las soluciones que esperamos de nuestro Padre Celestial tardan en llegar o no llegan en el momento que nosotros creemos correcto.

En esos casos cabe recordar que los tiempos del Señor son perfectos a la vez que distintos a los que nosotros como simple mortales podemos llegar a comprender. Cuando atravesamos un conflicto o una instancia difícil, debemos tener presente que El Señor ya ha escuchado nuestras suplicas y se mantiene a nuestro lado hasta la resolución del mismo.

No debemos dejarnos maravillar con las Bendiciones que Dios Padre nos brinda cada día pues de allí se nutre gran parte de la fortaleza que necesitamos para seguir adelante.


“Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?” Salmos 56:4

Tenemos una oportunidad. Estamos en un momento adecuado para acercarnos a la Gracia del Señor.

Si nos animamos a experimentar su presencia cercana, cada día, notaremos cómo todos los desafíos que estamos transitando,  se van a ir aclarando y resolviendo poco a poco. Con paciencia y sabiduría celestial. El Señor nos observa y nos guía desde las alturas. Nos conoce y escucha atentamente cuando estamos en oración.

La misericordia del Señor nos dará las herramientas necesarias para superar y ganar las batallas de la vida.




Versículo diario:


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