Muchas veces olvidamos que esta vida tiene un camino único y de puros aprendizajes. Recuerda en el siguiente artículo como volver a la senda de luz.

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:13

El camino de la fe puede ser un trayecto lleno de altibajos, una mezcla de buenos y malos momentos que nos retan a mantener nuestro Compromiso y Fe en Cristo.

Muchas veces nos sentimos abrumados por los errores del pasado y las dificultades presentes, creyendo que ya es tarde para hacer cambios profundos en nuestras vidas.

Sin embargo, es importante recordar que cuando caminamos con el Señor, siempre habrá tiempo para acometer los proyectos que alguna vez dejamos de lado.

“Grande es nuestro Señor, y muy poderoso; su entendimiento es infinito”. Salmos 147:5

Debemos alejar los sentimientos de angustia y ansiedad que nos quitan la Paz de Espíritu y confiar en la Guía del Señor para encontrar la fuerza y la motivación necesarias para seguir adelante.

Cuando nos sentimos abatidos por la vida, es fácil caer en la trampa de creer que hemos perdido todas las oportunidades para cristalizar nuestros sueños. Pero la verdad es que Dios siempre nos brinda nuevas oportunidades y nos Bendice con un Espíritu renovado y positivo que nos ayuda a afrontar los desafíos del futuro.

Para mantenernos en el camino que Dios ha diseñado para nosotros, es fundamental estar abiertos a recibir su Palabra de diversas maneras. Podemos encontrar sus enseñanzas en el consejo de un familiar, la sugerencia de nuestras amistades, en la naturaleza que nos rodea, en la lectura de las Santas Escrituras y en la Poderosa Oración.

“Y a Semaías también le nacieron hijos que gobernaron la casa de su padre, porque eran hombres fuertes y valientes”. 1 Crónicas 26:6

Cuando abrimos nuestros corazones y mentes a las enseñanzas de Dios, somos capaces de ver más allá de nuestras fallas y errores pasados, comprendiendo que su Sabiduría nos libera y nos permite alcanzar nuestras metas y propósitos.

Debemos recordar que Dios nos ha dado un propósito y nos ha Bendecido con Dones para afrontar los retos que se presenten en el camino. Su Amor, Gracia y Misericordia viven en nuestros corazones, y ninguna meta es imposible si caminamos junto a Él.

En definitiva, si queremos mantener nuestro Compromiso y Fe en Cristo, debemos estar siempre atentos a su Palabra, dispuestos a escuchar, reflexionar y comprender que Dios tiene un plan para nuestras existencias.

“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, declara el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza”. Jeremías 29:11 

Debemos tener la certeza de que nunca es tarde para comenzar de nuevo y que siempre habrá tiempo para acometer los proyectos que alguna vez dejamos de lado.

Recordemos que el camino de la fe no es un trayecto fácil, pero si caminamos junto a Dios, podemos superar cualquier obstáculo y alcanzar nuestras metas y propósitos. Pongamos toda nuestra predisposición en escuchar la Palabra de nuestro Padre Celestial y mantengamos nuestra Fe y Compromiso en Cristo en todo momento.