Dios es mi protección

Dios es mi protección

Publicado hace 1 semana

Cuando su mano invisible nos salva en momentos de necesidad.

¿Sabías que tu protección más poderosa no viene de alarmas, cerraduras ni personas, sino de Dios? A veces creemos que tenemos todo bajo control: nos cuidamos, tomamos precauciones, evitamos ciertos lugares o personas, pero aun así, hay momentos en los que solo la intervención divina puede rescatarnos. Porque cuando Dios decide protegerte, nada ni nadie puede tocarte.

Muchas mujeres caminamos con preocupaciones en el corazón: la familia, el trabajo, nuestra seguridad, el futuro. Pero en medio de tanto ruido y ansiedad, hay un susurro que dice: “No temas, Yo estoy contigo”. Esa es la voz de Dios, esa es nuestra paz. Dios está presente y dispuesto a ayudarnos. A veces, la protección divina se manifiesta de maneras que no podemos prever ni entender, pero siempre está ahí, guiándonos y protegiéndonos.

Porque la protección de Dios va más allá de lo visible.

Él cuida de nosotras cuando dormimos, cuando viajamos, cuando estamos en silencio y cuando nuestras fuerzas parecen apagarse. Incluso cuando sentimos que algo nos afecta, o cuando no entendemos por qué algo ocurrió… ahí también está Dios, cubriéndonos con su amor. “El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los defiende.” – Salmo 34:7

En momentos de confusión o peligro, es posible que no comprendamos lo que sucede, pero debemos confiar en que Dios nunca pierde el control. Él ve lo que nosotras no podemos ver. A veces nos aleja de personas, de caminos, de relaciones, incluso de oportunidades que no eran para nosotras, aunque en el momento nos duela. “Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.” – Salmo 121:7-8

Recordemos que la fe es una herramienta de protección interior.

Para experimentar plenamente la protección divina, es esencial enfocarnos en Dios y cultivar una relación cercana con Él. Esto implica dedicar tiempo a la oración, la meditación y el estudio de las Escrituras. En Proverbios 18:10, se nos dice que "El nombre del Señor es una torre fuerte; a ella corre el justo y está a salvo". Este versículo nos anima a buscar refugio en Dios, confiando en que Su poder y amor nos protegerán de cualquier adversidad. Al mantener nuestra fe y confianza en Él, podemos enfrentar cualquier desafío con valentía y esperanza.

Nos envuelve en esperanza y en luz, incluso en los días grises. Por eso, cuando sientas que algo escapa de tus manos, no entres en desesperación. Simplemente ora. Habla con Dios. Respira profundo. Confía en que Él está obrando a tu favor, incluso cuando no lo ves. “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.” – Salmo 46:1

Aprendamos juntas a enfocarnos en Dios

Finalmente, confiar en Dios como nuestra protección nos brinda una paz que supera todo entendimiento. Filipenses 4:7 nos asegura que "la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús". Esta paz es un regalo divino que nos permite navegar por las tormentas de la vida con serenidad y confianza. Al poner nuestra fe en Dios, no solo encontramos protección, sino también una profunda tranquilidad que nos sostiene en los momentos más oscuros.

La vida puede ser un campo de batalla emocional, física y mental. Pero no estamos solas. Caminar con Dios no significa que todo será fácil, sino que siempre tendremos una salida, un consuelo y una mano que nos levanta cuando sentimos que no podemos más.

Querida mujer, cuando sientas miedo, inseguridad o dudas, recuerda: la protección de Dios no es solo un escudo, es un abrazo eterno.

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” – Isaías 41:10 Permítete descansar en esa verdad. Deja que tu alma se serene sabiendo que, aunque el mundo sea incierto, Dios nunca cambia.

En conclusión, aunque enfrentemos situaciones imposibles, podemos encontrar consuelo y seguridad en la protección divina. Al enfocarnos en Dios y confiar en Su poder, descubrimos que no estamos solos y que Su mano siempre está extendida para guiarnos y protegernos.

Compartir

Dios es mi protección

Compartir en:

SagradaPalabra.com

© 2025 SagradaPalabra.com