Es verdad que por momentos nos sentimos agobiados con la rutina diaria que la sociedad nos impone y que, muchas veces, no nos sentimos con ánimos de hacer nada.
Pero por otro lado, también es verdad que de esa manera estamos haciendo las cosas sólo a medias, y Dios nos enseña y demuestra excelencia en todo lo que vemos.
Así que debemos dar excelencia a Jesús, debemos dar lo mejor de nosotros, tenemos que hacer el mayor esfuerzo para no defraudarle. ya que El nos enseña que todo lo que hagamos, lo hagamos con excelencia en agradecimiento.
Debemos siempre buscar la perfección en nuestras tareas, y hacerlo de corazón, como para el Señor y no para nuestro egoísmo o arrogancia, porque si trabajamos y damos lo mejor de nosotros estaremos glorificando a Dios y así podremos dar el ejemplo de otra forma a las personas que nos rodean.
Es por eso que periódicamente debemos preguntarnos si estamos dando lo mejor de nosotros y, prestando especial atención, encontraremos la verdadera respuesta en nuestros corazones, guiados por la mano de Dios.