La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.

Proverbios 18:21

Siguiendo la palabra con la acción


Muchos dicen que a las palabras se las lleva el viento, y aquello no es otra cosa que la importancia de respaldar nuestras palabras con acciones coherentes a lo que decimos. Dios es un claro ejemplo de coherencia a la hora de decir y hacer, sigamos sus enseñanzas apoyándonos en su sabia palabra, pero ¿cómo?

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Debemos comprender que si todas nuestras palabras son amables, los ecos que escucharemos también lo serán, la manera en que nos comportamos con los demás demuestra cuánto creemos en Dios.


Por eso tengamos en cuenta que las palabras son de gran importancia en nuestras vidas. Como hijos de Dios, debemos considerar seriamente cómo usarlas, necesitamos que las palabras empiecen a tomar un nuevo significado para nosotros, de la misma manera que Dios lo hace. Todos sabemos que hay personas que hablan las palabras y no las pueden respaldar con sus acciones, pero no tienen la Fe para comprometerse con ellas y como resultado, fracasan en su vida espiritual. Las palabras pueden ser las mismas, pero el sólo desear y esperar no harán que las cosas sucedan, también hay que tener Fe, hay que creer.


Es por eso que hoy mismo debemos alinear las palabras que salen de nuestra boca, con lo que hay en nuestro corazón. Dejemos de hablar según lo que vemos y comencemos a declarar y a creer las promesas de Dios. Hagamos que el poder de las palabras actúe en nuestro beneficio.