Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.

Mateo 17:20

La Alegría del Corazón junto a la Fe


¡Qué importante es mantener nuestra Fe en Cristo!, ¡Que fundamental es desarrollar una actitud positiva y comprometida con la Palabra del Señor!

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Quien no tiene Fe, vive en un mundo de descreimiento, de frustración constante, de ausencia de Paz. Aquel que desconoce los caminos de Cristo no cree.


No creer trae consecuencias nocivas en todos los órdenes de la vida. Pueden dar por seguro que si alguien cree que no llegará a la meta, es muy factible que no lo logre.


Es por eso que la Fe es un Don esencial. Una virtud que debe ser alimentada desde el Amor y el Convencimiento.


Son muchas las pruebas de las Bendiciones con las que nos ilumina El Señor en todo momento como para dudar.


Cristo depositó la Fe en nuestros corazones como canal de comunicación directa con Dios padre. Pero nosotros debemos poner nuestra parte.


Activemos nuestra Fe con nuestra acción y pensamiento. Hagámosla fuerte para enfrentar firmemente los momentos de tormenta, para no sucumbir ante las circunstancias adversas.


El camino que nos propone El Señor no está exento de sobresaltos. Para ello deberemos cultivar nuestra paciencia y la certidumbre de reconocernos en la maravillosa expresión de Su Sabiduría.


Los cambios son procesos que llevan tiempo. No se solucionan, ni se comprenden los problemas de un día para otro. Seamos constantes y alegres en nuestra Fe. Es nuestra Dicha y alimento del Señor.