¡Descarga la app!

Accede a más contenido como este.

“El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peorque un incrédulo"

1 Timoteo 5:8

Para poder sentirnos libres


Si hay algo que nos caracteriza cuando seguimos a la Fe como nuestro estandarte diario, es la ayuda al prójimo. Imaginemos que se potencia dicha premisa al tratarse de un allegado, familiar, hermano opareja. Qué sentido tendría proclamar la Gracia de Dios si no nos disponemos para cualquier persona de nuestro entorno para cuando más lo necesite.Las consideraciones generales que debemos tener para poder llevar la Fe y al Espíritu Santo en nuestras acciones cotidianas, deben tener como objetivo final el poder brindar nuestro corazón, así como nuestro conocimiento a quien lo necesite. Habilitando por completo el abanico de oportunidades, atentas a las necesidades que percibimos naturalmente o que un otro u otra nos transmite o requiere, seremos sirvientes de Dios Padre cuando además seamos fieles servidores de nuestros hermanos y hermanas en la Fe.