En nuestra vida, a menudo enfrentamos momentos en los que necesitamos detenernos y buscar la dirección que solo el Señor puede brindarnos
Una festividad muy particular que probablemente se celebre en tu país. ¿Sabes de qué se trata?
¿Cuántas veces nos detenemos a meditar las consecuencias de nuestras acciones en el día a día? Reflexiona con estas palabras que te enviamos.
Nuestra determinación y nuestro poder de atracción son las variables fundamentales para lograr depositar la Fe en el cambio necesario.
Si tenemos una oportunidad de manifestarnos y transmitir nuestros valores, no dudemos en caminar hacia el camino de sanación.
Por momentos nos olvidamos que tenemos en nuestras manos una poderosa herramienta.
Jamás te sentirás en soledad, ya que estaremos frente a frente a un compañero único.
Si logras mantenerte con una actitud atenta, de solidaridad constante y de disposición hacia una vida mejor, podrás sentir una energía única.
Tenemos que mantener siempre en la memoria el recuerdo vivo de nuestros seres queridos. De nuestra familia, de aquellas personas especiales que nos ayudaron a transitar por el camino.
Hay modos diferentes de poder dar punto final a una situación pasada. También existe maneras de sanar esas heridas originadas.
Intentemos agradecer en todo momento por la vida que estamos llevando adelante. Es un modo de conectarnos con nuestro corazón.
Armar una rutina diaria de conexión con tu espiritualidad te ayudará a fortalercer tu corazón.
Si logramos mantener un rumbo firme y constante por el camino de la iluminación, la atracción de buenas energías nos mantendrá gran parte de nuestras preocupaciones alejadas.
Sostenernos sobre el camino del amor, el respeto y la Fe será la base fundamental para mantener este pilar de confianza sobre nuestros seres queridos.
Tendremos a lo largo del camino muchas vivencias, momentos de alegría, de felicidad, de tristeza y de aprendizajes constantes.
Desafiar a los pensamientos del pasado para poder soltar ese peso que nos abruma.