“Pero este es el pan que baja del cielo; el que come de él no muere”
“No conociendo la justicia que proviene de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios”
“Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme”
“Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes: ¡más altos que los cielos sobre la tierra!”
“Así que podemos decir con toda confianza: El Señor es quien me ayuda, no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?”
“¿Quién es Dios, sino el Señor? ¿Quién es la roca, sino nuestro Dios, el Dios que me ciñe de poder, y ha hecho perfecto mi camino?”
“Porque ni aún el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”
“Más vale tener poco con justicia que ganar mucho con injusticia”
“Siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor”
“Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día”
“Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará”
“Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: ¡Abba! ¡Padre!”