¡Descarga la app!

Accede a más contenido como este.

Reconoce el error: pasos para salir adelante

Somos seres humanos que aprendemos de los errores y las decisiones que tomamos en la vida. Aprende ahora cómo seguir adelante en cualquier momento de tu camino.

Publicidad


“a quien el cielo debe recibir hasta el día de la restauración de todas las cosas, acerca de lo cual Dios habló por boca de sus santos profetas desde tiempos antiguos.” Hechos 3:21

¿Por qué siempre valoramos o atesoramos lo que tenemos cuando lo perdemos? Muchas veces sufrimos algún tipo de accidente y nos vemos imposibilitados de seguir adelante con nuestras vidas normalmente. Ya sea por una muñeca rota, o porque no podemos caminar por nuestros medios por ejemplo, es ese preciso instante en donde nos damos cuenta lo valioso que es poder contar con todas nuestras funciones vitales. También podemos citar el ejemplo de poder contar con todos nuestros sentidos. Si alguna vez se han preguntado qué sentirían si perdieran la visión, el olfato o el oído, ¿podrían experimentar la sensación de perderse gran parte de las maravillas del mundo que los rodean?. ¿Alguna vez se han preguntado qué pasaría si perdieran su Fe? ¿Qué hubiera sucedido si nunca hubieran podido conocer a Jesús? ¿A quién acudiríamos?

Publicidad


“El que va tras la justicia y el amor, halla vida, prosperidad y honra.” Proverbios 21:21

Es claro que en momentos de preocupación o desdicha es cuando más nos cuestionamos la presencia de Dios. Ya sea para dar soporte o sentir su Gloria e iluminación cerca, para encontrar alivio a nuestro pesar y superar la adversidad. Es muy común escuchar “no es justo que me suceda”. Entonces debemos pensar si fue justo que Jesús haga el sacrificio en la cruz para y por todos nosotros, ya que ese fue el plan Divino para liberar al mundo. Fue en ese momento en que se nos proveyó de una justicia única, la justicia Divina.

Publicidad


“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7

Siempre sucede que dentro de nuestro grupo más íntimo, ya sean amigos o amigas, familiares o compañeros, tenemos a alguien en el que sabemos que podemos confiar todo. Desde un secreto, pasando por una situación en donde no sabemos cómo actuar hasta la necesidad de recibir un consejo. Debemos comprender que Jesús es ese amigo que estará siempre, no importa donde vivamos o en qué momento del día acudimos a Él. Por medio de la oración y separando el temor de nuestro corazón, así como también la duda o la indiferencia, lograremos un nivel de profundidad superior con nuestro Padre Celestial.


“Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada”. Santiago 1:2-4 

Todas tus plegarias y oraciones estarán orientadas a Dios. Siempre oramos para que nos de fuerzas, que se genere voluntad en nuestro ser, para poder despojarnos de miedos y dudas. Siempre acudiendo a la Fe y al Espíritu Santo, aclamando la gloria de nuestro Padre que nos observa desde el Cielo, mantendremos este diálogo único e irrepetible. Pero no tendremos que siempre orar en los momentos que nosotros lo necesitamos. Muchas veces debemos pedir por aquellos que más lo necesitan. Por los desamparados o personas que conocemos y nos han pedido que los incluyamos en nuestras cadenas de oración. Para estas personas, debemos estar muy presentes y más cuando hablamos con Dios. Nuestras plegarias serán doblemente escuchadas, ya que estaremos haciendo un acto por el prójimo y para salvarnos a nosotros mimos.




Versículo diario:


Artículos anteriores

El Camino de la Fe

La Luz de la Fe en Nuestros Actos