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Alcanzando Nuestras Metas. ¿Cómo responder al llamado del Señor?

Cuando tomamos esa maravillosa decisión de recorrer los caminos del Señor, sabemos que estamos respondiendo a Su llamado. Es un camino que nos deparará momentos de dicha y también momentos difíciles que deberemos afrontar sustentados en Su Gracia y en la Fe.

Por eso debemos comprender que no estamos librados al azar y que Su Eterna Presencia es la fuerza que necesitamos para enfrentar el futuro con Coraje y Esperanza.

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“El Señor cumplirá su propósito en mí; eterna, oh Señor, es tu misericordia; no abandones las obras de tus manos”. Salmos 138:8 

Existen instancias de nuestras vidas en las que nos sentimos abrumados por la gran cantidad de obligaciones y responsabilidades que el mundo moderno nos impone. Estas presiones cotidianas pueden sumirnos en estados de ansiedad y angustia. Los pensamientos negativos, que se generan cuando estamos desbordados por las exigencias, logran que veamos nuestras metas cada vez más lejos e inalcanzables.

Por eso es imprescindible reconocer en El Señor al mejor de los compañeros y al mejor de los Maestros ya que en Él podemos encontrar la determinación para sobrellevar las cargas más pesadas. Él jamás nos abandonará, restableciendo constantemente nuestra Paz de Espíritu y el alivio en nuestro corazón.

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“Prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Filipenses 3:14 

Cuando aceptamos la dulce llamada del Altísimo, estamos aceptando la naturaleza del recorrido que en diversas ocasiones será cuesta arriba. Ante situaciones de difícil resolución debemos comprender que afrontamos todos los retos con esa fuente de infinito Amor de nuestro lado.

El Señor nos Bendice con calma en tiempos de desilusión, ira o rabia y podemos contar con Su mano restauradora que siempre estará presente en los momentos más complicados e inesperados. Es por eso, que Confiar en seguir Su camino para alcanzar los objetivos que Él ha dispuesto para nosotros, nos dará la Paz y el Equilibrio que tanto necesitamos para transitar en Armonía los distintos sucesos que debemos afrontar.

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“Encomienda tus obras al Señor, y tus propósitos se afianzarán”. Proverbios 16:3 

Todas necesitamos tener metas y desafíos pero, además, debemos contar con la fuerza para acometerlos. Para esto debemos dejar de lado los sentimientos de frustración y encontrar en las Infinitas Bendiciones que El Señor derrama sobre nosotros cada día, la motivación, la constancia y la Sabiduría para percibir nuestros objetivos y anhelos como metas alcanzables en la Gracia de Dios, convirtiéndonos en las personas que Él nos ha llamado a ser.

Es importante, entonces, buscar al Eterno en el Poder de la Oración, la lectura de las Santas Escrituras, en difundir su mensaje de Amor y mantener una actitud positiva para derribar los muros que puedan separarnos de nuestra Misión.

 “La mente del hombre planea su camino, pero el Señor dirige sus pasos”. Proverbios 16:9

Cuando alcanzamos nuestras metas debemos comprender que estamos cumpliendo con los propósitos de nuestro Padre Celestial, por lo tanto tengamos siempre en cuenta que no obramos solos.

La dicha que experimentamos cuando logramos cristalizar lo que tanto esfuerzo nos costó, también es dicha del Señor y todos los obstáculos que hemos tenido que sortear los hemos superado en nombre de Su Gloria. Alejemos los sentimientos negativos que nos paralizan y nos sumergen en la inacción. Miremos al futuro con Alegría y Esperanza pues somos herramientas de Dios obrando en el mundo. No dejemos que los contratiempos nos distraigan de los objetivos primordiales que nos hemos trazado. El Señor esta allí para darnos cobijo, contención y animo.




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