¡Descarga la app!

Accede a más contenido como este.

Comunicándonos Profundamente con la Esperanza

Si necesitamos recobrar la memora y retomar nuestro camino de Fe, este es el momento. Explora el siguiente artículo para iluminar tus pasos ahora mismo.

Publicidad


“A ti, Dios de mis padres, te alabo y te doy gracias. Me has dado sabiduría y poder, me has dado a conocer lo que te pedimos, ¡me has dado a conocer el sueño del rey!” Daniel 2:23

¿Cuántas diferentes maneras de comunicarse con Dios conoces? Porque no sólo de la oración es de la que nuestra relación con Cristo se alimenta.

Cabe recordar entonces que el perdón es una poderosa herramienta con la que contamos para poder acercarnos al Señor.

Demostrándole que como fieles hijos e hijas, recibimos su amor y haremos todo lo posible por rendirle honor a su palabra. Al perdonar a aquellos que nos ofenden, se sentirá únicamente a través de un perdón genuino.

Acercándonos a Dios por medio del sincero arrepentimiento, alcanzando el camino del perdón genuino, llevando así nuestro mensaje para Dios.

Publicidad


“Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo.” Juan 17:24

Este tipo de acciones se consideran parte de una comunicación abierta y receptiva con el Espíritu Santo.

Lograr esta conexión con el Padre Celestial, nos ayudará a tener mejores herramientas con las que podamos servirle a Dios de un modo único. De esta manera es que existen diversos métodos para cuando hablamos con Dios y buscamos alimentar nuestra relación con la esperanza y la Fe.

Nada es lo que parece ni lo que anhelamos: Cada cual maneja su relación con Cristo de la manera que mejor le resulte, tan sólo debemos tener como meta que el mensaje llegue a nuestros corazones.

Publicidad


“Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.” 3 Juan 1:2

Recordemos que la oración es la manera más directa y convencional que tenemos para comunicarnos con Dios. Ya sea que lo hagamos en voz alta, susurrando, o en perfecto silencio, hablándole en nuestra mente y desde el corazón.

Precisamente será en nuestro corazón donde El Señor deposite sus respuestas a nuestras preguntas; su consejo para nuestras peticiones y su palabra de aliento cuando en Él busquemos refugio.

Recordemos que sólo el Padre Celestial tiene el poder necesario para entrar en nuestros corazones y hablar con cada uno de sus seres de luz. Debes intentar mantener tu corazón abierto, dispuesto y en escucha atenta.


“Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta.” Salmos 5:3

Lo más directo y sincero que podemos hacer para acompañar nuestras plegarias, oraciones y dichos serán nuestras acciones y decisiones en la vida.

Existe otra manera poco convencional de comunicarse con El Señor que es a través de nuestros actos, teniendo siempre presente que Jesús observa cada uno de nuestros pasos.

Es por eso que es importante recordar cada vez que aflore nuestra virtud de generosidad, para tener presente que allí también nuestro Padre nos observa, y debemos aprovechar ese momento para conversar con Él, para comprender nuestro objetivo en este sendero de vida, para acercarnos a quienes más lo necesiten, brindando las bendiciones del Espíritu Santo en los ojos de las personas que más lo necesitan.


“Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno.” Hechos 4:31

La buena y fluida comunicación muchas veces está dada por virtudes que poco tienen que ver con ese aspecto, como ser el caso de la generosidad.

Pero por sobre todas las maneras que elijamos para comunicarnos con Jesús, lo más importante de todo es que ese canal esté en constante uso, recordando que Él es nuestro guía todo terreno.

Nuestro confidente y amigo; nuestro maestro y consejero; nuestro Padre y amigo. Sólo recordemos lo valioso que es sentir Su palabra dentro nuestro; su fiel consejo alumbrando nuestro camino cuando la duda nos invade de tal manera, que sólo Su voz es el faro que nos indicará el rumbo hacia el Reino Celestial.




Versículo diario:


Artículos anteriores

Extendiendo la Ayuda Necesaria

Tomando Ejemplos en la Vida

Erradica la Ansiedad de tus Días

Cambiando la Vida Rutinaria

La Paciencia: Una Base Única