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Considerando Nuevamente Sumergirnos en el Amor

La pasión y el amor volverán a aparecer en nuestra vida si les damos el espacio necesario. Navega el siguiente artículo y descubre la mejor manera de acercar nuevamente tu corazón hacia el amor eterno.

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"¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no te has enterado? El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable." Isaías 40:28

Cuando damos la bienvenida a invitados y visitantes en nuestro hogar, nos esmeramos en tenerlo todo listo y preparado. Planeamos cómo agasajarlos, qué delicias ofrecerles para comer y beber. Nos preocupamos por elegir temas de conversación que favorezcan la interacción y el disfrute de la compañía mutua en la mesa.

Nuestro deseo es que se sientan acogidos y cómodos en nuestro hogar, sin importar cuán modesto sea. Anhelamos que se marchen con la sensación de haber sido bien recibidos y con la intención de regresar pronto.

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"A ti, Dios de mis padres, te alabo y te doy gracias. Me has dado sabiduría y poder, me has dado a conocer lo que te pedimos, ¡me has dado a conocer el sueño del rey!" Daniel 2:23

De manera similar, el Espíritu Santo nos visita con su presencia amorosa. La fe nos enseña que aquellos que llegan a la casa del Señor son recibidos con innumerables bendiciones y la gloria que les permite experimentar la plenitud y la felicidad.

Sin embargo, a veces recibimos al Señor con reservas, sin abrirle por completo las puertas de nuestro corazón. Descuidamos el cultivo profundo de nuestra fe y nos alejamos de la senda de iluminación que Él nos ofrece.

El exceso de cautela y temor nos distancia del destino de vida eterna que Dios nos tiene reservado. Olvidamos el amor infinito que nos profesa y muchas veces mantenemos una distancia innecesaria con Él, sin comunicarnos en oración para expresarle nuestro anhelo de su presencia.

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"Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca." Mateo 7:24

Es el momento de abrirnos por completo y reconectar con el Espíritu Santo. Todos tenemos algo que aprender y también tenemos mucho que recibir. Para que este intercambio sea equilibrado y fructífero, debemos confiar plenamente en la presencia del Señor en nuestras vidas.

Si no logramos experimentar esta conexión profunda en nuestro ser interior, difícilmente podremos prosperar en nuestro entorno y en nuestras relaciones personales.

Aprender a confiar en el Espíritu Santo es fundamental para que todo fluya en armonía a nuestro alrededor. Debemos actuar con gratitud por las bendiciones que Dios nos otorga y permitir que Su amor nos guíe en cada paso que damos.


"¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría." Santiago 3:13

Recordemos siempre que nuestro Señor nos bendice, nos acompaña y nos escucha en todo momento. Cada nuevo día es una oportunidad para renovar nuestra conexión con Él y para compartir Su amor con quienes nos rodean.

Abrir las puertas de nuestro corazón al Espíritu Santo es el primer paso hacia una vida llena de bendiciones y realización espiritual. Así como nos esforzamos por recibir a nuestros invitados con amor y hospitalidad, debemos recibir al Señor con la misma disposición, abriendo nuestros corazones sin reservas.

Al confiar en la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas, encontramos fortaleza y guía para enfrentar los desafíos cotidianos. Nos convertimos en canales de Su amor y gracia, llevando consuelo y esperanza a quienes nos rodean.

Además, al cultivar una conexión profunda con Dios, nos abrimos a experimentar una paz interior que trasciende cualquier circunstancia externa. Esta paz nos permite enfrentar la vida con serenidad y confianza, sabiendo que estamos en manos de un Dios amoroso y misericordioso. Por lo tanto, te invito a que tomes un momento hoy para abrir tu corazón al Espíritu Santo.

Permítele entrar en tu vida, guiarte en tus decisiones y fortalecerte en tu camino espiritual. Verás cómo Su presencia transforma tu vida y te llena de gozo y plenitud. Que esta conexión con el Espíritu Santo sea el fundamento de tu vida y te lleve a experimentar la abundancia de Su amor en cada aspecto de tu existencia.




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