Que ningún sueño quede sin cumplir en tu vida. Guía tus pasos en el camino de la verdad.

"¡Refúgiense en el Señor y en su fuerza, busquen siempre su presencia!" 1 Crónicas 16:11

Hay sueños para ser cumplidos, y sueños sólo para ser soñados. Parte de la sabiduría de la vida es aprender a distinguirlos cómo materializar estos sueños junto al Espíritu Santo.

No siempre deseamos aquello que es mejor para nuestro ser espiritual, y con el tiempo, nos vamos dando cuenta de que muchos sueños en realidad son anhelos materiales que no suman a nuestro corazón.

El inconveniente es que mientras late el deseo no somos capaces de distinguir entre una vida repleta de Fe y esperanza. 

Si tienes sueños incumplidos, ¿crees que son para ser realizados o solamente soñados? Debes comprender realmente si tienen algún tipo de conexión con Dios y si realmente estos anhelos sin cumplir te sumanarán como hijo o hija del Señor.

"Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta." Salmo 63:1

A veces vemos en un sueño lo que nos hará felices por siempre y para siempre. Pero muchas veces, esto es simplemente un espejismo que se diluye al poco tiempo, dejándonos un feo gusto en la boca, malos recuerdos y más dudas que certezas.

En este proceso de la fantasía, idealizamos a los sueños por cumplir, convirtiéndolo en un depósito de cualidades preciadas.

Nos olvidamos realmente de que en realidad, el Señor nos guía, nos bendice y nos muestra momentos y escenarios para mejorar como personas. Nos acerca oportunidades para tratar de potenciar nuestro sentido de la realidad uniéndola con nuestra Fe y nuestra espiritualidad.

"Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes." Filipenses 4:9

Si sueñas mal, mal despiertas. Debes aprender a soñar en aquello que puedes lograr en tu sendero de amor.

Debemos aprender a ser realistas para seguir adelante, e imaginativos para soñar. Los sueños siempre deben mantener los pies en la tierra, de lo contrario el resultado será el opuesto al esperado.

En esta etapa de desarrollo espiritual la Gloria de Dios te ayudará a tener constancia y perseverancia en todo lo que intentes materializar como un sueño. No dejes de soñar porque eso te llevará a progresar, a cumplir tus propósitos, a superarte; no dejes de trabajar en lo que realmente te gusta solicitando en oración iluminación, paciencia y bendiciones al Padre Celestial. Él te mantendrá siempre en su corazón, abriéndote los ojos y dándote las fuerzas necesarias para seguir adelante.

"Hijo mío, no desprecies la disciplina del Señor, ni te ofendas por sus reprensiones. Porque el Señor disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido." Proverbios 3:11-12

No basta con soñar en tener un mejor vínculo con la Fe. A esta altura ya tienes la mayoría de la información que necesitas y solo debes ponerte en marcha para profundizar tu vínculo con el Espíritu Santo.

Es una decisión que comienza apenas te levantas, incluyendo el agradecimiento de poder vivir una nueva oportunidad de vida. Poder ejercitar la oración en todo momento y lugar, teniendo las palabras adecuadas para conectar con tu espiritualidad interior.

Tú ya conoces la sensación de energía que tendrás durante todo el día luego de este comienzo junto al Señor. Tus sueños en realidad son objetivos de vida en los que nuestro Padre Celestial repara, te guía y te muestra junto al valor de la Fe y la esperanza, cómo alcanzarlos.