Las oportunidades en el camino muchas veces pasan desapercibidas. Explora en el siguiente artículo los modos de abrir los ojos ante estos momentos de superación.

"Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su creador." Colosenses 3:9-10

¿Te has puesto a pensar en esas situaciones límites en donde nos vemos forzados a salir de nuestra zona de confort, hasta que nace en nosotros durante ese momento de desespero maneras distintas de pensar,  creativivas?

Es hora de realizar ese mismo ejercicio con algunos asuntos que te generan malestar.

Si estás con desgano y te cuesta ir a trabajar, sientes fatiga y un deseo de empezar algo nuevo, ¿qué tal si te das el permiso de ver qué tiene que mostrarte esa situación para que termines de moverte hacia donde verdaderamente está tu anhelo y objetivo de vida?

Sal de esa zona de confort y traduce toda esa experiencia única que te aprisiona y desgasta en algo verdaderamente transformador junto a Dios. El Señor siempre está contigo y te acompañará hacia donde quieres proyectarte los próximos años.

El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre." Salmo 121:7-8

No pienses que pierdes el tiempo. Tampoco sientas que detrás de cada derrota o sensación de vacío no realizaste un aprendizaje.

El señor quiere que encuentres esas oportunidades para alcanzar el éxito.

Da ese salto de Fe, encuentra tu propósito y proponte a avanzar en esa dirección que Dios te ayudara a sacar lo mejor de tí. Estamos muy acostumbrados a ver en el cine de Hollywood la típica historia del que se esfuerza mucho finalmente triunfa, y el cine nos hace pensar que es algo fácil y sin esfuerzo.

Pero la realidad es que los sueños se trabajan con constancia, disciplina y paciencia.  ¿Has sentido que has fracasado antes y no quieres volver a intentarlo? El Padre celestia te insiste en que vuelvas a empezar. Que tu corazón sea el motor que te empuje a dar lo mejor de tí junto a Dios.

"Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna." Salmo 73:26

También lo que nos sucede es que nos podemos frustar si no sabemos cómo  comunicarnos. Ya sea mediante la oración, en soledad, con seres queridos, familiares, amigos o amigas, no importa, Dios seguramente nos convoca en comunión con esas personas que nos ayudarán en el camino de luz.

Si necesitamos que nuestra relación con la familia, amigos o esa persona especial mejore,  debemos poder acercarnos en solidaridad si necesitan ayuda.

Ahora si tu realidad es distinta, si sientes que tú necesitas pedir ayuda o si estás atravesando una situación en donde una palabra de ánimo sirve para seguir adelante, no dudes en abrir tus emociones y sentimientos hacia el Espíritu Santo.

Deja de lado el el orgullo y aprende a comunicarte con el Señor. Él puede acercarte a ciertas personas estén más que dispuestas a colaborar activamente en tus proyectos y a darte todo el amor que necesitas.

"Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza, dirígeme por amor a tu nombre." Salmo 31:3

Repone tus energías, tu Fe y tu esperanza ahora mismo. Enfoca tus necesidades individuales, canaliza tus temores y aférrate en oración a las bendiciones que nuestro Padre Celestial tiene listas para cada uno de sus hijos e hijas en este sendero de iluminación.

No te desesperes, rodéate realmente de quienes puedan darte un impulso de amor y esperanza. Las energías postiivas y buenos consejos no abudan en estos momentos, pero Dios siempre te enviará oportunidades especiales para tí. Pensadas y preparadas para que aprendas en este momento de la vida cuál puede ser tu camino de redescubrimiento espiritual y personal.