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Esperando el Llamado que da Felicidad

Algunos momentos se nos presentan para poder reconectar con el sentido de amor en nuestro ser interior. Explora los siguientes versículos para poder dar ese salto de Fe necesario para conectarnos con Dios.

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“—Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo.” Hechos 2:38

A menudo nos encontramos en un sendero en el que la salud y la alegría se vuelven el foco de nuestro deseo. El poder transitar por un camino saludable puede resultar complicado si no le abrimos paso a la alegría y la felicidad del amor. En el siguiente artículo, exploraremos versículos inspiradores que nos guiarán en el arte de amar y ser amados, en un viaje que nos llevará a experimentar el resurgir de la vida en toda su plenitud.

Experimentar el resurgir, con toda su plenitud, es una tarea que requiere paciencia, dedicación y, por supuesto, Fe. Como creyentes, entendemos que la fuerza del Señor se origina en diversos lugares, y uno de esos lugares es nuestro propio ser. Nuestra fe en Dios nos conecta con una energía divina que se manifiesta a través de nuestras acciones y decisiones.

En nuestra búsqueda por vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, debemos aprender a canalizar esta energía divina hacia el cuidado y la oración. Del mismo modo en que una madre gesta el nacimiento y la expansión de la vida en su vientre, nosotros debemos gestar la expansión de la fe y el amor en nuestro corazón.

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"No me escogieron ustedes a Mí, sino que Yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en Mi nombre.” Juan 15:16

La creación de Dios es maravillosa y única en su esencia. Cada aspecto de la naturaleza, desde la majestuosidad de las montañas hasta la delicadeza de una flor, nos recuerda la belleza y perfección de la creación divina. Como hijos e hijas del Padre Celestial, tenemos una responsabilidad enorme de cuidar y preservar esta creación. El planeta que habitamos es un regalo divino, y debemos ser mayordomos responsables de su belleza y recursos.

En nuestro camino hacia una vida llena de amor y bendiciones, debemos confrontar las mentiras y excusas bloqueadoras que a menudo nos limitan y ponen trabas en nuestro camino. Estas excusas son como cadenas que nos atan, impidiéndonos avanzar en la dirección que Dios ha trazado para nosotros. Es esencial reconocer y romper estas cadenas para liberar el potencial que Dios ha depositado en cada uno de nosotros.

A menudo, utilizamos frases como "somos demasiado viejos para eso" o "no tengo tiempo para esto" como una forma de protegernos del miedo que nos paraliza. Estas creencias limitantes nos impiden experimentar el amor del Señor en toda su plenitud y nos mantienen en una zona de confort que, en última instancia, nos limita.

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“Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo.” 2 Timoteo 1:9

Uno de los miedos más profundos que a veces nos impide avanzar en nuestro camino de fe es el temor a sentir el amor del Señor en nuestras vidas. Este miedo a menudo está arraigado en ideas equivocadas sobre Dios y sus intenciones. Nos preguntamos: ¿Por qué me amaría Dios? ¿Soy digno de su amor? Estas son las preguntas que a menudo surgen cuando enfrentamos el miedo de sentir el amor incondicional de Dios en nuestras vidas.

A menudo, es en el miedo donde descubrimos la necesidad de crecimiento espiritual. Cuando nos enfrentamos a estos miedos y los desafiamos, comenzamos a comprender que el amor de Dios no se basa en merecimiento o condiciones. Es un amor que supera nuestra comprensión humana y que está siempre presente, esperando ser recibido.

En el camino de la fe, es crucial aprender a escuchar. Abre tu mente, tu corazón y tu ser interior para escuchar esa voz suave pero poderosa que te dice que el amor de nuestro Padre Celestial será lo único que nos salve y nos guíe con sabiduría y enseñanzas.

A menudo, nuestra vida se llena de ruido y distracciones que dificultan la escucha. Pero, si nos tomamos un momento para silenciar la mente y abrirnos a la voz del Espíritu Santo, encontraremos la guía y el consuelo que anhelamos. La oración y la meditación nos ayudan a fortalecer nuestra conexión con Dios, lo que nos permite sentir su amor de una manera más profunda y significativa.


“Me di a conocer a los que no preguntaban por Mí; dejé que me hallaran los que no me buscaban. A una nación que no invocaba mi nombre, le dije: ¡Aquí estoy!” Isaías 65:1

Tener pasión por la vida y mantener la fe en Dios no son mutuamente excluyentes. De hecho, la pasión y la fe pueden combinarse de manera poderosa para dar forma a una vida plena y significativa. Cuando seguimos nuestras pasiones con un corazón lleno de fe, encontramos un propósito más profundo y un mayor sentido de dirección.

Dios nos ha otorgado dones y talentos únicos, y al nutrir esas habilidades, honramos Su plan para nuestras vidas. Nuestra pasión se convierte en una forma de adoración, y nuestras acciones reflejan la gracia y el amor de Dios.

Una de las formas más efectivas de mantener una vida llena de amor y propósito es conectarse con la oración y la gratitud. Dedica un momento de tu jornada a realizar una plegaria en agradecimiento por todas las oportunidades que has tenido y que te han ayudado a evolucionar en tu recorrido.

La oración es una conversación con Dios, una oportunidad de compartir tus pensamientos, deseos y necesidades. Al expresar tu gratitud, te abres a recibir más bendiciones y a reconocer la presencia constante del Señor en tu vida.

En este viaje de amor y fe, aprendemos que la vida es un regalo divino, que el miedo y la postergación son obstáculos que podemos superar, y que nunca es demasiado tarde para seguir nuestras pasiones. Al combinar pasión y fe, honramos el plan de Dios para nuestras vidas y encontramos un propósito más profundo. Conéctate con la oración y la gratitud para mantener viva la llama de la fe y el amor en tu corazón. Que este artículo sea un recordatorio de que la vida es un regalo maravilloso, y que a través del amor y la fe, podemos vivirla en toda su plenitud.




Versículo diario:


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