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La Biblia y las Mujeres. 5 Nombres a tener en Cuenta

“—¿No han leído —replicó Jesús— que en el principio el Creador los hizo hombre y mujer?.” Mateo 19:4

María, la madre de Jesús. Muchos de nosotros quizás nos hemos preguntado por qué María fue elegida por Dios para tener y criar a su Hijo. La misma María pareció ser muy consciente de la razón, podemos ver ejemplificada su reacción cuando el ángel le dio el mensaje. «He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.» Entendió que Dios la había elegido porque tenía pensamientos bajos sobre sí misma.

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“De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre, el cual exclamó: Ésta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Se llamará mujer porque del hombre fue sacada.” Génesis 2:22-23

La profetisa Ana fue una mujer que vivió cerca de y dedicó su vida sólo a Dios. A la edad de 84 años fue testigo de la venida de Jesús al templo siendo un bebé. A causa de su profunda y personal conexión con Dios entendió inmediatamente que las profecías acerca de la venida del Mesías se habían cumplido.

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“Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor. Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo.” Efesios 5:22-23

Débora fue el cuarto juez de los israelitas después de la muerte de Josué. Mientras la mayoría de las personas cometían pecado contra Dios y adoraban ídolos, Débora era fiel a Dios. Cuando llegó la guerra contra los cananeos, comprendió que Israel debía ir a la guerra, a pesar que eran superados en número. Barac, que dirigía el ejército israelita, carecía de Fe para hacer frente a los enemigos con sus diez mil hombres.

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“Me deleito mucho en el Señor; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con ropas de salvación y me cubrió con el manto de la justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema, o una novia adornada con sus joyas.” Isaías 61:10

María Magdalena, de la que el Señor expulsó siete demonios y luego, atraída por la misericordia de Jesucristo se convirtió en una de las mujeres que asistían a Jesús. La primera persona a la que Cristo habló después de su resurrección. Conforme Cristo anunció, allí donde se predica el Evangelio se habla de esta mujer que, con un gran corazón, supo hacer una conversión radical de su vida.



“No envíes a la guerra a ningún hombre recién casado, ni le impongas ningún otro deber. Tendrá libre todo un año para atender su casa y hacer feliz a la mujer que tomó por esposa.” Deuteronomio 24:5

Eva, la madre de todos los vivientes, fue el punto y final de la creación de Dios. Su presencia señalaba la conclusión de toda la creación. Fue la encarnación viviente de la gloria de la humanidad. En su estado original, incontaminada por ningún mal, libre de cualquier enfermedad o defecto, preservada de toda imperfección, Eva era el arquetipo perfecto de excelencia femenina. Era magnífica en todo sentido.




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