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La Importancia de Hacer el Balance de Fin de Año Junto a Dios

¿Consideras que el 2020 fue un año complejo? Recuerda que en todo momento y lugar, estuvimos junto a Dios, orando, solicitando su intervención divina para destrabar alguna situación de salud. Miedos y escenarios que nunca habíamos vivido, hicieron que nuestra Fe reflote como nunca antes. Conoce y evalúa los momentos del año junto al Espíritu Santo.

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“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.” Isaías 43:18-19

Además de las celebraciones, reuniones y buenos deseos que trae el fin de año, es la oportunidad para hacer balances sobre el tiempo transcurrido. Así se considera que un año es un ciclo, el cual comprende un inicio y un fin, y aunque la vida no se termina cuando el reloj muestra la medianoche del treinta y uno, sí es la clausura de un período de la vida que merece cierta reflexión.

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“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3:13-14

Tal como al comienzo del año se acostumbra hacer una proyección del futuro, también es importante echar un vistazo atrás y hacer un recuento de los sucesos que acontecieron. Esta actividad es una buena estrategia para encomendarnos a Dios para abonar el terreno que está por venir, y una vez más, aprender de Su Santa Palabra, el mejor legado que con el que nos haya podido bendecir.

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“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 2 Corintios 5:17

Lo importante es evitar las frustraciones por aquello que queríamos y no alcanzamos a realizar durante el año. Recordemos que es de suma importancia estar rodeados de los seres que amamos, tal como Dios lo predicaba. Ellos darán una visión positiva acerca de cómo nos ven, lo que nos proporcionará una motivación extra, absolutamente necesaria para poder continuar.


“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.” 1 Pedro 1:3

Los Aspectos por mejorar son el objetivo principal de todo balance. De las experiencias se aprende y gracias al poder de la oración se acrecienta el conocimiento propio, lo cual se traduce en beneficios para el desarrollo personal y para mejorar las relaciones con los demás, todo cimentado con el amor que Dios nos indica compartir. Al culminar esta valoración experimentaremos un sentimiento de esperanza y amor hacia Dios, aguardando el nuevo ciclo que empieza.




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