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Dios siempre nos da una segunda oportunidad, aún cuando nos hayamos alejado de Su camino en reiteradas oportunidades. Descubre cómo retomar el camino de la salvación.
“Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: ―Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? ―No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta y siete veces —le contestó Jesús—.” Mateo 18:21-22
Porque dio la vida por ti. Partiendo de esta primer razón el argumento tendría que bastar, pero recordemos que Dios es todo amor y hay varias razones para que Él continúe confiando en nosotros sin importar qué Recordemos entonces, como este primer motivo lo indica, el acto de amor más grande que haya existido, en el cual Dios entrega la vida de Su propio hijo en pos de nuestra salvación.
“¿Qué Dios hay como Tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque Tu mayor placer es amar.” Miqueas 7:18
Porque cree en la naturaleza buena del ser humano. Ciertamente éste es una de las razones que motivó a Dios en el punto anterior: la confianza plena y ciega que Él tiene en nosotros. Esto es fehaciente y lo podemos comprobar puesto que Él es nuestro creador y también nos dio un propósito en esta vida.
“Por tanto, hermanos, sepan que por medio de Jesús se les anuncia a ustedes el perdón de los pecados. Ustedes no pudieron ser justificados de esos pecados por la ley de Moisés, pero todo el que cree es justificado por medio de Jesús.” Hechos 13:38-39
Porque Él siempre da segundas chances. Aún cuando seamos reincidentes en alejarnos de Su camino, Cristo nos vuelve a recibir con brazos abiertos y lo seguirá haciendo siempre y cuando nuestro arrepentimiento sea verdadero. Recordemos que Él puede ver el interior de nuestro corazón y sabe cuándo el arrepentimiento es sincero.
“Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también Su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados.” Marcos 11:25
Porque está en Su naturaleza, y así Dios no conoce otra manera de hacer las cosas. Porque Su naturaleza es de completa misericordia cuando mostramos un arrepentimiento verdadero proveniente de nuestro corazón; de compasión extrema cada vez que reconocemos que los errores que cometemos tienen consecuencias que debemos corregir pero, por sobre todas las cosas, de un amor infinito por todos Sus hijos e hijas.
“Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no sólo por los nuestros sino por los de todo el mundo.” 1 Juan 2:2
Porque te ama. Personalmente creo que ésta última razón engloba a todas las anteriores y, también de alguna manera, sirve de pretexto para hacer continuo el mensaje de amor con el que Dios nos dice que siempre estará allí por nosotros; siempre perdonará nuestros pecados y nos aconsejará sabiamente cuando sintamos que nuestro rumbo se desvía.