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No existe tal concepto como el de servir a Cristo a medida, recordemos que hacer Su voluntad se encuentra entre los principios básicos. Determina dónde te encuentras hoy con esta lista de motivos
No tengo tiempo.
“Allí habrá una calzada, un camino, y será llamado Camino de Santidad; el inmundo no transitará por él, sino que será para el que ande en ese camino; los necios no vagarán por él.” Isaías 35:8
Priorizar el uso de nuestro tiempo parece ser tarea difícil para algunos, es por eso que muchas veces oímos frases tales como “no tengo tiempo para Dios” o “en este momento estoy muy ocupado para orar. Lo que esa gente desconoce es que dedicándole tiempo a Cristo, todos esos problemas desaparecerán.
He probado pero no me ha resultado
“El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo.” 1 Juan 2:6
Casi como si se tratara de una medicina, hay gente que pone esa excusa cuando la realidad es que solamente concurrieron una vez al templo o simplemente dijeron una oración. Recordemos que la paciencia es la clave para comenzar a ver los resultados que pretendemos ver.
Sirvo a Dios pero a mi modo
“Porque yo lo he escogido para que mande a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino del Señor, haciendo justicia y juicio, para que el Señor cumpla en Abraham todo lo que Él ha dicho acerca de él.” Génesis 18:19
Esta creo que es la excusa más genérica que existe, puesto que sirve para cualquier escenario posible. El pretexto de servir a Cristo a la medida de cada uno, no expresa otra cosa que una conveniencia de conectar con nuestro Padre cuando tengamos ganas y de la manera que tengamos ganas, no comprometiéndonos con la causa y sólo oficiando de espectador. Recordemos que a Dios se lo sirve solamente de una manera: haciendo Su voluntad.
Necesito un descanso
“Y enséñales los estatutos y las leyes, y hazles saber el camino en que deben andar y la obra que han de realizar.” Éxodo 18:20
También existe ese otro tipo de personas a las que les resulta extenuante servir a Dios, pero en este caso lo importante es cómo ellos ven a Cristo. El secreto está en que los que seguimos el camino de Dios lo hacemos por convicción y por amor a Él, es entonces por eso que no lo vivimos como una carga y que, por ende, nunca necesitamos un descanso.
Mucha presión
“Así dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña para tu beneficio, que te conduce por el camino en que debes andar.” Isaías 48:17
En concordancia con el punto anterior, también podemos escuchar otra excusa como la de estar bajo mucha presión como para poder alabar o glorificar a Dios. Aquellos que nos consideramos dignos hijos Suyos, hacemos tales cosas y consagramos nuestra vida a Él por el simple hecho de que de esa manera nos nace hacerlo y no podemos concebir nuestra vida alejados del Santísimo Padre, ya que así nos sentiríamos perdidos y sin rumbo alguno.