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Los 6 mejores versículos acerca del amor.

En los momentos que más necesitamos estar cerca de nuestro Salvador, debemos recordar el inmenso amor que tiene cara cada uno de los hijos e hijas que llevan al Espíritu Santo como guía de vida. Recibe estos versículos que iluminarán tus pasos.

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“Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia.” Salmos 136:1 

Si hay una característica que debe sobresalir en los hijos de Dios es la gratitud hacia nuestro Señor. Este Salmo exhorta a sus fieles a alabarlo porque es grande en misericordia y ésta es eterna.

La alabanza a nuestro Dios es más que un simple cántico emocional, sino más bien una expresión de gratitud por todas las bondades de Dios recibidas, por eso de igual forma nosotros debemos saberle agradecer a Dios por todo lo que ha hecho en nosotros y nuestra alabanza debe saber expresarlo.

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“Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad.” Salmos 86:15

En este bello salmo podemos ser testigos de la infinita misericordia que caracteriza al Señor, gracias a la cual nosotros -sus hijos amados- gozamos de los beneficios que significan ser amados por nuestro Padre.



Su clemencia y perdón hacia nosotros no hace otra cosa que reafirmar la confianza que Él nos tiene y la cual es nuestra obligación alimentar día a día. Sólo de esa manera realmente nos sentiremos dignos de su eterno amor y benevolencia.

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“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16

Con este hermoso versículo queda bien demostrado el amor que el Santo Padre nos tiene: Tan grande son su amor y esperanza en nosotros que no dudó en entregar su vida misma para que podamos nacer libres de pecado.



 Lo que es más, con la fabulosa recompensa de tener la posibilidad de pasar la eternidad junto a Él, librándonos de esa manera de la muerte.

“Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan.” Proverbios 8:17

El amor es una fuerza muy fuerte que desata la pasión el deseo, y cuando uno tiene la pasión y el deseo de buscar a Dios, ciertamente lo encuentra. Puesto que Él es y está en todo, podemos encontrarlo cuando oramos, recordando siempre que alcanzar una relación mas íntima con el Señor debe ser la misión principal de cada uno de nosotros: 



No olvidemos que el Señor promete manifestarse con aquellos que le aman. Encomendemos hoy nuestras almas y corazones para comunicarnos espiritualmente con el Señor mediante el poder de la oración.

 “Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8

Este pasaje relata cómo Jesús se despojó de cualquier privilegio divino para venir en forma humana y obedecer a Dios, sacrificándose por ti y por mí, por los buenos y por los malos. Dios nos ama tanto que demostró su amor dando lo que más quería: Su Hijo amado.



Somos pecadores y no lo merecíamos, sin embargo Dios lo hizo para reconciliar a la humanidad con él mismo. Dios nos dio lo que necesitábamos: un Salvador. Por eso envió a Jesús y nos dio la muestra de amor más grande jamás vista.

 “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él.” Juan 14:21

Amar a Dios y hacer lo que Él quiere son dos actos ligados en su esencia: el amor se demuestra en obras, no en palabras.



Mientras que hacer lo que Él quiere lo logramos siguiendo su Palabra, realizando en actos lo que profesamos en nuestras oraciones.



Versículo diario:


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