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Los maestros del pincel y el arte sacro: Las 6 pinturas más hermosas

“Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos.” Proverbios 3:9

La última cena - Leonardo da Vinci (1495-1498)

Esta maravillosa obra de arte se encuentra en la pared sobre la que se pintó originariamente, en el convento de Santa María de las Gracias, en Milán. La pintura fue elaborada para el duque Sforza. No es un fresco tradicional, sino un mural hecho al temple y óleo sobre dos capas de preparación de yeso. Mide 460cm de alto por 880cm de ancho. Muchos expertos e historiadores del arte la consideran como una de las mejores obras pictóricas del mundo.

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“Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.” 1 Corintios 10:31

Coronación de la virgen - Diego Velázquez (1635-1648)

La composición de las figuras en esta obra es triangular con el vértice invertido, dando la sensación de un gran equilibrio y armonía de líneas. El protagonismo es para la imagen de María, cuyo rostro presenta una expresión de modestia, de reverencia y emoción. La pintura, tanto por el color como por la forma, recuerda un corazón. La actitud de la Virgen, señalando con su mano derecha su propio corazón, refuerza esta idea y mueve a la piedad.

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“Tributad al Señor la gloria debida a su nombre; adorad al Señor en la majestad de la santidad.” Salmos 29:2

El Descendimiento de la Cruz - Van der Weyden (1436)

Este cuadro es la sección central de un tríptico pintado por Rogier van der Weyden como encargo del gremio de los ballesteros de Lovaina, para la capilla de Nuestra Señora Extramuros. En honor a dicho gremio, el artista incluyó diminutas ballestas en los ángulos de la composición. En la iglesia de Lovaina estuvo permaneció durante más de cien años. María de Hungría, reputada coleccionista, obtuvo la pintura original a cambio de un órgano valorado en 1500 florines.

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“Engrandeced al Señor conmigo, y exaltemos a una su nombre.” Salmos 34:3

La Adoración de los Pastores - El Greco (1612)

Pintado por Domenikos Theotokopoulos (El Greco) hacia el final de su vida, se conserva en el Museo del Prado de Madrid. El cuadro es una obra que el artista hizo para que colgase sobre su propia tumba en la iglesia de Santo Domingo el Antiguo en Toledo. El ayudante del Greco, Luis Tristán, dijo que su maestro estuvo trabajando en la pintura hasta su muerte. Ésta fue más tarde transferida al altar mayor del monasterio de Santo Domingo El Antiguo.


“Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea tu gloria.” Salmos 57:5

El Ángelus - Jean-François Millet (1857-1859)

Esta hermosa obra, pintada por el realista Millet, se encuentra actualmente en el museo de Orsay de Paris. La escena muestra a dos campesinos que han interrumpido su trabajo en el campo para rezar el Ángelus, la oración que recuerda el saludo del ángel a la Virgen María en la Anunciación. En medio de un llano desértico, los dos campesinos se recogen en su plegaria. Sus caras quedan en sombra, mientras que la luz destaca los gestos y las actitudes, consiguiendo expresar un profundo sentimiento de recogimiento.



“Llena está mi boca de tu alabanza y de tu gloria todo el día.” Salmos 71:8 La Disputa del Sacramento - Rafael (1509)

Esta pintura fue el primero de los frescos con los que decoraron las habitaciones que hoy en día son conocidas como las estancias de Rafael, ubicadas en el Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano y que forman parte de los Museos Vaticanos. Cabe aclarar que el término disputa, en el italiano de la época, se entendía como discusión no teniendo por ello significado de divergencia y enfrentamiento entre las personas que discuten.




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