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Es una tarea fundamental poder transmitir los valores de la vida a cada una de las personas que nos rodean. En el siguiente artículo descrubrimos el poder que posee la oración como una rutina cotidiana.
“Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.” 1 Tesalonicenses 5:16-18
La oración sirve para darnos dirección clara y oportuna en momentos de crisis. No debemos decidir nada antes de orar, si queremos lograr buenos resultados, por eso es importante que nuestro corazón encomendado a Dios nos guíe. Es mejor tomarnos un tiempo para pedir dirección a Dios antes de tomar una decisión, que tomar una mala decisión y pedir a Dios que nos libre de sus inevitables consecuencias.
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7
A su vez es importante que evitemos tomar decisiones equivocadas que podrían generar graves repercusiones a nuestra vida. A través de la oración, Dios nos muestra lo que debemos hacer, cómo y cuándo. No olvidemos que somos parte se su perfecto plan y que todo lo que nos sucede forma parte de su divina voluntad.
“Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.” Mateo 6:6
Entonces recordemos que la oración nos da confianza y nos trae paz, eliminando nuestras preocupaciones y afanes porque son pérdida de tiempo. A través de la oración podemos entregarle nuestras cargas a Dios y meditar al respecto. Al hacer esto, una sensación de seguridad, calma y tranquilidad rebosa nuestros pensamientos, haciéndonos más productivos.
“Y al orar, no hablen sólo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras.” Mateo 6:7
Tengamos en cuenta también que el poder de la oración nos ayuda a actuar con sabiduría y nos protege de las tentaciones. La oración es la única vía de comunicación directa que poseemos con Dios, poniéndonos en estrecha relación y predisponiéndonos a escuchar lo que nuestro corazón nos dicta, que no es otra cosa que el Señor hablando a través de nosotros. Orar diariamente, por otro lado, nos da la certeza de que siempre nos vamos a encontrar en el camino de la Fe, lo que al mismo tiempo nos aleja de las tentaciones o, mejor dicho, nos da la fortaleza para poder enfrentarlas.
“No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.” Juan 15:16
La oración diaria nos guía para seguir la santa voluntad de Dios. Así como ya conocemos el hecho de que el Señor tiene un plan para cada uno de nosotros y que el mismo fue diseñado de modo perfecto siguiendo la voluntad del Altísimo, es nuestro deber como buenos hijos vivir acorde a su voluntad, siguiendo los preceptos que Él nos ha dejado en las Sagradas Escrituras.