¡Descarga la app!

Accede a más contenido como este.

Respetando las Decisiones Ajenas

Muchas veces no comprendemos las decisiones de otras personas. Aprendamos a lidiar y a convivir con el resto de las personas que nos rodean utilizando los siguientes versículos.

Publicidad


 “Y no sólo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza.” Romanos 5:3-4

Al tomar conciencia de que tenemos el poder más sólido del universo de nuestro lado, el amor de nuestro Padre Todopoderoso que nos sostiene y guía en el camino de la salvación, podemos enfrentar cualquier desafío con esperanza y fortaleza.

En Su misión, el Padre Celestial está convencido de que como hijos de Jesús, debemos orar diariamente por aquellas personas que están más cerca de nosotros, nuestros seres queridos. También debemos orar por aquellos que nos enseñan y educan a nuestros hijos, sobrinos y nietos.

Debemos orar por aquellos que viven en condiciones injustas y atraviesan dificultades. Siempre debemos recordar en oración la estrecha relación que cultivamos con Dios. La confesión, adoración, acción de gracias y súplica, sin importar el método que utilicemos, al hablar con nuestro Padre, nos conectamos con Su divina misión.

Publicidad


“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.” 1 Corintios 13:4-5

La oración es una poderosa herramienta que nos une con Dios y nos permite participar activamente en Su plan para el mundo y para nuestras vidas. A través de la oración, expresamos nuestra dependencia de Él, nuestra gratitud y nuestras peticiones. Es un acto de humildad y confianza en Su sabiduría y amor incondicional.

Cuando oramos, reconocemos que nuestras vidas están en las manos de un Dios soberano que nos ama profundamente y desea lo mejor para nosotros. Nos acercamos a Él con reverencia y sinceridad, sabiendo que Él escucha nuestras palabras y conoce nuestros corazones.

Es a través de la oración que nos fortalecemos espiritualmente y recibimos la guía y el consuelo divinos. Nos conectamos con el poder divino que trasciende nuestras limitaciones humanas y nos capacita para enfrentar los desafíos de la vida con esperanza y paz interior.

Publicidad


“Pero si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.” Josué 24:15

Además, la oración no solo nos beneficia a nosotros mismos, sino que también puede tener un impacto positivo en las vidas de los demás. Cuando oramos por aquellos que nos rodean, intercedemos en su favor y permitimos que la gracia y la misericordia de Dios se manifiesten en sus vidas.

La oración es un acto de amor y servicio hacia nuestros semejantes, una forma de compartir el amor de Dios con aquellos que nos rodean.


"No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia.” Romanos 6:13

La vida de fe no es un camino fácil, pero cuando aprendemos a confiar plenamente en Dios, encontramos consuelo en medio de las dificultades y la seguridad de que Él está obrando en nuestras vidas de maneras que no siempre comprendemos.

Así que, en lugar de buscar una fe exenta de obstáculos, encontremos en nuestra relación con Dios la fuerza y la esperanza necesarias para perseverar y crecer en nuestra fe a medida que enfrentamos los desafíos de la vida.




Versículo diario:


Artículos anteriores

Oraciones y Plegarias del mes de Mayo

Aprendiendo a Cuidar la Vida

Recuperando la Capacidad de Perdonar

Adoptando una Vida Repleta de Amor

La Independencia del Corazón