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Inspira tus actos y decisiones. Que la Fe sea nuestra fuente de energía para que la Paz del Señor llegue a tu corazón .
“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados; y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma”. Efesios 5:1-2
¿Cómo alabar al Señor de manera fructífera?, ¿Cómo organizar nuestras acciones para agradar a nuestro Padre Celestial?, ¿De qué hablamos cuando hablamos de imitar a Dios?
Más de una vez hemos escuchado la expresión “imitar al Señor”. Esta acción hace referencia a la importancia de replicar el Amor con el que hemos sido Bendecidos por Cristo. Porque ese Amor no es algo que solamente sucede en nuestro Espíritu y en nuestra mente. Ese Amor es una acción para compartir y divulgar entre nuestros hermanos. Ese Amor significa ofrecer nuestras expectativas y deseos para honrar la Gloria del Señor y servir de corazón al prójimo. Pidamos en Oración que Él nos ayude amar a los demás como lo ha hecho con nosotros. Las Bendiciones que El Altísimo derrama sobre nosotros cada día son para superarnos y aprender. Este tipo de Amor es el que realmente puede cambiar al mundo.
“Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?” Juan 6:28
¿De qué manera podemos transmitir el sentido de nuestras acciones de forma efectiva? Una herramienta muy valiosa, que muchas veces pasamos por alto, es actuar con el ejemplo. Las personas, por lo general, son más receptivas y comprenden mejor cuando se les explica cómo abordar una tarea. Los estudiantes expanden su capacidad de entendimiento cuando pueden cerciorarse de los conocimientos por ellos mismos a través de los ejemplos de sus docentes. Los niños logran tranquilizarse y viven en la calma cuando ven que sus padres se comportan de la misma manera.
Al transmitir, con nuestras obras y acciones, el Amor y la Misericordia de Dios, alejamos de nuestro corazón las palabras deshonestas y necias que nos alejan de los propósitos que El Señor ha dispuesto para nuestras existencias.
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Efesios 2:10
Es de vital importancia transitar el camino del buen ejemplo que es, ni más ni menos, el camino por el que nos Guía El Señor con su Infinita Luz. Tomemos conciencia de lo trascendentes que son nuestras acciones, procurando que nuestros comportamientos puedan servir de modelo a otros. Somos llamados a contribuir con el fruto de nuestras obras y acciones al desarrollo Espiritual de nuestros hermanos y ser fuente de inspiración de cómo deben conducirse para honrar la Gloria de Dios.
También nosotros deberemos estar dispuestos a tomar el ejemplo de otros para enriquecer nuestras vidas con las enseñanzas que El Señor guarda para nosotros en el corazón de nuestros hermanos.
“He visto la tarea que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que en ella se ocupen”. Eclesiastés 3:10
La acción que emprendemos como miembros del Pueblo de Dios, no es fácil. Deberemos soportar la descalificación, el descreimiento e inclusive, en algunos casos, la ofensa. Sin embargo, a pesar de tener, nuestras propias luchas y preocupaciones, no debemos darnos por vencidos ya que; por más que tengamos la errónea visión de que nuestro accionar es en vano, la mano del Señor ya está actuando en las personas a las que hemos tocado con Su Palabra. Tengamos siempre presente que somos Su instrumento más amado para guiar al prójimo hasta las metas que Dios dispuso para ellos.