Tenemos todas las herramientas en nuestro ser, en nuestras manos: la capacidad de salir adelante junto al Padre Celestial. Conoce los versículos que te ayudarán a sanar ahora mismo.

“Y con esta confianza me propuse ir primero a vosotros para que dos veces recibierais bendición, es decir, quería visitaros de paso a Macedonia, y de Macedonia ir de nuevo a vosotros y ser encaminado por vosotros en mi viaje a Judea. Por tanto, cuando me propuse esto, ¿acaso obré precipitadamente? O lo que me propongo, ¿me lo propongo conforme a la carne, para que en mí haya al mismo tiempo el sí, sí, y el no, no?” 1 Corintios 1:15-17

Ve por lo que planeas, con fe y esperanza de que será bueno para ti. Si permanece inestable, con la mente cerrada, entonces ninguna de las cosas maravillosas que Dios prevé podrá suceder. Necesitas estar dispuesto a tener ese sentimiento de alegría y amor para construir tu paraíso con Jesús ahora mismo. Puedes planificar mucho sobre tu vida y tu futuro, pero si no te empeñas en hacerlo, no tendrás oportunidad de lograrlo.

El Señor siempre estará en el camino, guiándote, no te hagas a un lado, la vida está llena de tus dones, debes moverte hacia ellos. Si podemos mantener un camino firme y regular en el camino de la iluminación, la atracción de la energía positiva nos protegerá de muchas de nuestras preocupaciones. 

"Porque sé que, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo, todo esto resultará en mi liberación." Filipenses 1:19

Caminar en los caminos del Señor ciertamente no es algo fácil. ¿Cómo podemos vivir una vida basada en nuestra fe, una fe fuerte a la que nos aferramos todos los días? ¿Es posible tomar todas las enseñanzas que Dios, nuestro Señor, nos dejó con su palabra y trasladarlas a la situación que enfrentamos día a día en una vida que se ve agredida por el progreso tecnológico y por la continua decadencia de la moral y los valores?

Recordemos que de la mano de Dios todo sucede en un momento determinado, aunque este tiempo no suele coincidir con el nuestro. Pero ¿por qué?, ¿qué nos quiere enseñar Jesús al respecto? Una de las lecciones más importantes que nos enseña la Palabra de Dios es que Él tiene un propósito para nuestras vidas, un propósito al cual nos ha llamado. De aquí surge una segunda lección, y una importante que a menudo pasamos por alto: como hacer este proyecto.

“Oíd ahora los que decís: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia. Sin embargo, no sabéis cómo será vuestra vida mañana, ¿qué es vuestra vida? Sólo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. Más bien, debierais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.” Santiago 4:13-15

El Señor nos llama a cambiar, a crecer en carácter y espíritu, lo cual es difícil y no puede suceder de la noche a la mañana. Por tanto, la segunda lección que también nos enseña es la de lograr este cambio de forma paulatina, es decir, paso a paso. Dios sabe que no es una cuestión de cantidad, sino de calidad, y que un paso dado con tranquilidad y sabiduría será mejor que dos dados rápidamente.

Este no será un camino fácil, porque todo crecimiento implica cambio, y todo cambio genera miedo e inseguridad. Sin embargo, cada día tenemos una nueva oportunidad para seguir mejorando esta calidad. 

“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” Filipenses 2:12-13

Sucede a veces que, por intentar conocernos y mirarnos tan de cerca, la proximidad nos distorsione lo que vemos, y nos cueste –como cuando queremos fotografiar una flor desde muy cerca- poner bien el foco.

Por eso nos sirve orar y leer la Biblia para conocer ejemplos muy concretos sobre la Gloria del Señor. Para revivir las enseñanzas de Jesús y comprender que existen diversas realidades y distintas personas. Debemos aprender de ellas, sabiendo que todos compartimos una misma casa, un mismo sendero de luz. Todos estamos junto al Espíritu Santo que nos conecta directamente con el Señor.

Si aprendemos a observar y reconocer la presencia del Señor en nuestro entorno, podremos apreciar la belleza y las bendiciones que nos rodean. A través de la adaptación y la espera en el Señor, encontraremos el camino hacia aquello que necesitamos.

Y al enfocarnos en las enseñanzas de Jesús y en la conexión con el Espíritu Santo, podremos comprender mejor la Gloria del Señor y vivir en armonía con los demás. Que cada día nos permita maravillarnos con las maravillas que el Señor nos muestra.