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Una Navidad en Familia

Un momento único, contemplando el milagro de Jesús. Recuerda con claridad los motivos de comunión de esta fecha tan especial. Encuentra en el siguiente artículo el modo de conectarte con tus seres queridos durante esta celebración.

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"Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados." Mateo 1:21

Debemos comprender que no siempre nuestra familia, amigos y amigas acompañan nuestras ideas o propuestas de transformación interior en este momento del año.

Por momentos las personas se olvidan realmente de lo que significa la Navidad. El Nacimiento del Salvador transcurre siempre para recordarnos esa magia de renovación espiritual y de apoyo en la Fe y el amor.

Resulta clave el soporte de quienes tienes más cerca para poder establecer una prioridad en estos días de celebración y de unión familiar. Quienes puedan circular por el sendero de luz, serán más propensos a comprenderte, pero debes saber que como el sonido del mar, vendrá la calma y podrás sentir la mirada del Señor junto a un manto de comprensión total durante el nacimiento de su Hijo Jesús.

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"Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.»" Lucas 2:10

Si se presentan momentos donde no fluye la paz y la calma en la celebración y los días previos, debemos en oración pedirle a Dios que interceda y nos ilumine para poder concretar un encuentro familiar relajado y distendido. Reconoce tu clima interno y respétalo. Si hay tristeza llora por lo perdido y despídete, si hay alegría disfrútala. Y si hay enojo, localiza el destino de esa ira y apágala, entrégala al Espíritu Santo que te ayudará a sanar. En oración, esta ceremonia simbólica en la que entierras los sentimientos nocivos, permitiendo que la Fe traiga a tu alma el sonido de una voz serena que te indica que el Salvador llegó al mundo para guiarnos. 

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"Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz." Isaías 9:6

Algunas personas experimentan dificultades al recibir las bendiciones de la Navidad. Es entonces que a pesar de que contemplen la posiblidad de Jesús les confiera el amor eterno y les demuestre entrega, todo cae en un agujero negro que no tiene fondo.

Ciertamente puede resultar una situación frustrante para las personas que no se siente bendecidas por el Señor en esta época del año. Llegar a ese nivel de desconexión y al alejamiento del Espíritu Santo puede resultar algo complicado.

Saber recibir el amor del Padre y su Hijo Jesús, implica exponemos con nuestros sentimientos frente a sus ojos. Debemos lograr materializar un equilibrio para poder realizar una comunión familiar en este día de celebración universal.

Lo que se puede proponer es un intercambio diferente y que refleje los sentimientos verdaderos de cada familia, ya que eso nutrirá la relación con el Señor. 


"El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios." Lucas 1:35

Tómate el tiempo de poder conversar con aquellas personas con las que deseas pasar un buen rato, un momento de instrospección y de celebración. Si existen personas que se presentan de modo negativo o sin intenciones de realizar una unión fraternal y familiar, intenta convencerles de que podría ser un momento de reparación histórica y trasncedental para sus corazones. Siempre existen motivos para brindar, compartir anécdotas, risas y buenos momentos en familia. También resulta claro que ese milagro navideño es el mismo que puede realizar la unión que tanto se anhela entre espíritu, cuerpo y alma.




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