¡Descarga la app!

Accede a más contenido como este.

Uniendo Nuestros Corazones

El camino es único, y qué mejor que transitarlo junto a seres especiales. Descubre en el siguiente artículo maneras para descubrir quienes te rodean.

Publicidad


“¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él.” 1 Juan 3:1

Cuando nos acercamos más a Dios, estamos adquirido todas aquellas características de respeto, esperanza y amor que nos inculca el Padre Celestial a cada hijo e hija. También habremos de obtener una recompensa que se encuentra presente en todo lo que Dios nos manda a hacer: acercarnos cada vez un poco más a Él.

Sólo de esta manera experimentaremos un verdadero acercamiento al Espíritu Santo, el cual nos colmará de todos las bendiciones de contar con el amor de Cristo para nuestro desarrollo espiritual.

Al transitar el camino que el Señor propone, experimentamos un crecimiento interno que no conoce barreras. La paz nos guía, logrando alcanzar un amor infinito y digno. Conoce las fortalezas de estar cerca del Padre Celestial.

Publicidad


“Nadie ha visto jamás a Dios, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente.” 1 Juan 4:12

Cuando seguimos por el sendero de luz del Señor, crecemos en empatía. La empatía es el origen y la base de la solidaridad. El primer paso que nos dará acceso pleno a ayudar a nuestros seres queridos, amigos y amigas.

La empatía consiste en poner nuestra mirada, nuestros pensamientos en el lugar de la otra persona. Si logramos hacer eso, experimentaremos en carne propia las alegrías pero también las tristezas que viven todos esas personas que nos rodean. Completar esta misión cotidianamente para adquirir solidaridad, respeto, amor y sabiduría divina ayudará a que los corazones de todas las personas se acerquen y se ayuden entre sí.

Publicidad


“Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.” 1 Juan 4:20

Es importante además poder contagiar la Fe, la esperanza y la positividad. Porque a diferencia de todo aquello negativo, las sensaciones y sentimientos positivos se contagian más rápido y de manera más efectiva.

Así es como el Señor nos ayuda a transitar el camino diariamente, teniendo en cuenta que podemos comenzar a conformar una red de positividad que en poco tiempo se expandirá y hará las veces de escudo protector.

Junto con la Palabra Sagrada, la Fe y la esperanza, todas aquellas cosas que no queremos en nuestra vida, se erradicarán poco a poco. El sentido de vida eterna se hará cada vez más presente y vivo en nuestros corazones.


“Que nunca te abandonen el amor y la verdad: llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el libro de tu corazón. Contarás con el favor de Dios y tendrás buena fama entre la gente.” Proverbios 3:3-4

Expandimos nuestro espíritu al transitar el camino que Dios propone, experimentamos un crecimiento interior que no conoce barreras.

La paz nos embarga y logramos sentirnos en plenitud, obteniendo de esa forma la claridad necesaria para resolver escenarios en lo cotidiano. Poder sortear situaciones que de otro modo nos sería imposible abordar.

Dicha claridad y paz mental será finalmente la llave que nos abra las puertas de una relación más estrecha con Nuestro Padre Celestial y con todas las personas que nos rodean y nos ayudan a seguir adelante.


“Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una Fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada.” 1 Corintios 13:2

Para terminar de unir nuestros corazones, debemos crecer en solidaridad.

Porque este aspecto también forma parte de nuestro acercamiento a Cristo, quien desde su testimonio en la Santa Biblia así como también a través de Su ejemplo nos indica que nuestro crecimiento nunca será completo si nos centramos en nosotros mismos sin ayudar al prójimo, quien es, junto a nosotros, el objeto del amor de nuestro Santo Padre.

Ya sabes entonces, algunos pilares fundamentales para conectarte más profundamente con el Espíritu Santo, siguiendo el sendero de iluminación del Señor.




Versículo diario:


Artículos anteriores

Extendiendo la Ayuda Necesaria

Tomando Ejemplos en la Vida

Erradica la Ansiedad de tus Días

Cambiando la Vida Rutinaria

La Paciencia: Una Base Única