“Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversaspruebas, pues ya saben que la prueba de su Fe produce constancia”

Santiago 1:2-3

Sobreponer nuestra voluntad


Si ante una serie de dificultades o hechos desafortunados nos empecinamos en entender desde un proceso mental o tratamos de aplicar lógica y nos preguntamos “¿Por qué me ocurre esto a mí?”, jamás podremos internalizar la superación y la Fe necesaria para poner a prueba nuestro espíritu.

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Dios jamás nos pondrá a prueba mediante el mal y básicamente desea que depositemos la Fe en nuestras acciones y actitudes para con el prójimo.


Encarar la resolución del conflicto una actitud genuina hacia la Fe, nos permite entender que las pruebas que nos pone delante nuestro Padre Celestial nos permitirán sumarle alegría a nuestro corazón una vez que hayamos podido resolverlas. Dios tiene un objetivo superior, trascendental y noble, esa es la verdadera razón de las pruebas que recibiremos en lo cotidiano.