“En realidad, lo que pretendían era asustarnos. Pensaban desanimarnos, para que no termináramos laobra. Y ahora, Señor, ¡fortalece mis manos!”

Nehemías 6:9

Que la duda no opaque nuestro camino


Siempre existirán personas que discutan, pongan en duda y hasta tiren abajo nuestras creencias. Dichas personas carecen de espiritualidad. No sólo eso, no creen ni en ellos mismos. Inseguros, frágiles de corazón y probablemente perdidos en sus vidas, no se jactan de otra cosa que no sea lo que pueden ver mediante su corta vista.Qué maravillas se pierden dichos hombres y mujeres que osan cuestionar la grandeza del Espíritu Santo. Que jamás podrán comprender el amor y la Gracia que posee nuestro Padre Celestial. Nunca sentirán ni una pisca de las enseñanzas que su hijo Jesús nos mostró en su corta y hermosa vida. Debemos estar tranquilos y seguros de que nuestro camino se encuentra asegurado, gracias a Dios y su hijo, esperando en las alturas, listos para compartirlo con cada uno de sus fieles.