Mirando los noticieros o bien los periódicos, nos damos cuenta de la violencia en la que está sumergida nuestra sociedad. Pero la realidad es que, si bien aquellas batallas se llevan a cabo por ideales que nos parecen ajenos, todas ellas se centran en decisiones personales que nosotros tomamos.
Es por eso que ante tales circunstancias debemos mirar con franqueza dentro de nuestros corazones, pues allí radica la respuesta que esperamos que no guíen a una mejor salida.
Mirar dentro de nuestros corazones significa estar en un contacto más directo con Dios, pedir Su Santo consejo y estar dispuestos a actuar de acuerdo con lo que Él pretende para nosotros, sus amados hijos.
Nadie dice que es una tarea sencilla, puesto que debemos despojarnos de cualquier reacción humana que podamos llegar a tener; pero si realmente vemos nuestros problemas a través de los ojos de Dios, veremos cómo todo es posible a Su manera, guiados por el sentimiento más puro que surge de nuestro espíritu: el Amor.