“A los justos los guía su integridad; a los falsos los destruye su hipocresía.”

Proverbios 11:3

Honestidad por sobre excelencia


Recuerdo que había entrado a ese trabajo con referencias falsas. Había indicado algunos puestos en mi experiencia laboral que no eran ciertos, sólo por el hecho de pensar que de otro modo no habría podido acceder a esa posición. No sólo había exagerado mi historial de empleo, sino que también había involucrado a otras personas para que dieran mis referencias y ni siquiera les había avisado. Lo cierto es que actué por miedo, de una forma incorrecta y con la mentira como escudo. Pronto la verdad salió a la luz, cuando me pedían hacer cosas en el trabajo que yo había indicado que sabía hacer y no podía resolver en el momento que me fueron pedidas. Mi jefa no me regañó, simplemente se sintió decepcionada. Todo hubiera sido más sencillo si simplemente decía la verdad, aún así, ellos podrían haberme capacitado a tiempo.

Publicidad

¿Cuántas veces nos hemos sentido seducidos a decir una mentira con tal de no aceptar la verdad?. En ocasiones, no lo hacemos con malicia, pero el hecho de esconder algo puede volverse una situación perturbadora. La honestidad siempre será la mejor decisión, quizás reconocer que no sabemos algo o no entendemos cómo se hace, nos hará buscar ayuda y consejo en nuestros hermanos y Dios nos deleitará por ser honestos con nosotros mismos y con terceros.