“Los afligidos y los necesitados buscan agua, pero no la hay, su lengua está reseca de sed. Yo, el Señor, les responderé, yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.”

Isaías 41:17

Encontrar la paz


Siempre es bueno volver al hogar cuando nuestros pensamientos nos agobian o nos encontramos en momentos de confusión. En tiempos donde nos sentimos permanentemente estimulados, en donde siempre tenemos que dar respuestas casi instantáneas, puede que nos perdamos en cómo debería ser la mejor forma de accionar. Tomarnos un momento para poder conversar con Dios Padre, y recibir su consejo divino nos otorgará la calma necesaria para afrontar cualquier desafío. Así estemos transitando un camino lleno de incertidumbre y dudas, volver a casa y reencontrarnos con nuestra fe y nuestros seres queridos hará todo más liviano.

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En ocasiones podemos perdernos en lo que nos está sucediendo, perdemos la perspectiva de la importancia que eso tiene al estar inmersos en la situación. La sola existencia de Nuestro Padre Celestial nos traerá paz y regocijo. Abrir nuestros corazones a una profunda reflexión, y confiar en los caminos que Dios traza para cada uno de nosotros. Así, aún no comprendamos por qué tenemos que transitar esos obstáculos que puedan presentarse, debemos encomendarnos a Dios. Depositar nuestra confianza en que Él cuidará de nosotros, y nos entregará la tranquilidad necesaria para vivir en plenitud y no siempre en urgencia.