“Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes.”

2 Corintios 9:8

Descansar lo suficiente


El ritmo de vida que llevamos a diario en nuestras sociedades hace que muchas veces no tengamos un correcto descanso. Pero éste no se trata solo de dormir bien por las noches, ni de respetar las rutinas de sueño, sino que abarca algo mayor. Descansar correctamente tiene más que ver con poder realmente confiar en Dios y entregarnos a su voluntad divina. Así como está escrito: si no podemos dejar nuestras responsabilidades por un momento y atender nuestras necesidades cristianas ni comparecer ante Nuestro Padre Celestial nada tendrá sentido. Ni en dinero que ganamos, ni las amistades que logramos conformar, ni el techo que protege a nuestro hogar. Si no estrechamos un lazo valedero con Dios, no habrá nada por qué seguir.

Publicidad

Muchas veces nos creemos omnipotentes y pensamos que nada ni nadie podrá detenernos. No conversamos a diario con Dios, y casi nos olvidamos de su existencia. Estar tan desarraigados de nuestra vocación cristiana sólo traerá tormento. Hacer a un lado a nuestro propio orgullo y reconocernos en error, en necesidad y pidiendo a Nuestro Padre lo que en verdad anhelamos: su amor y protección. Él será el encargado de brindarnos la tranquilidad precisa para seguir adelante, el consejo por el que no logramos elevarnos es nuestra propia soberbia.