“Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.”

Hebreos 4:16

Dispuestos a la ayuda


En tiempos en los que cada uno se ocupa de sus propios asuntos y pocos logran involucrarse realmente con lo que sucede a sus alrededores. Todos debemos querer mejorar poco a poco las sociedades en las que estamos inmersos. Mantenernos aislados o inmutables ante hechos de injusticia o de malestar de nuestros hermanos sólo propagará esa misma sensación. Es muy importante tener gestos de cercanía y solidaridad, tanto cuando nuestro prójimo se encuentra en necesidad, como cuando simplemente precisa de una palabra de aliento.

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Dios nos hizo pares para amarnos los unos a los otros y con pequeños gestos podremos impactar fuertemente en la realidad de nuestros hermanos. Salir de nuestra zona de confort se convertirá en un elemento clave, ya que si sólo acudimos a nuestros hermanos de una forma cómoda y sin compromiso no haremos la diferencia. Adentrarnos en aquello que realmente necesita el otro, disponernos de cuerpo y alma para su auxilio y guía. Ese será el llamado de nuestro Padre Celestial como hijos, ser compasivos y bondadosos los unos con los otros es vital en estos tiempos. Experimentaremos muchas ganancias mientras nos mantengamos unidos como hermanos en la fe y en el amor de Cristo Nuestro Señor.