A veces olvidamos el poder de guía que tienen las Sagradas Escrituras sobre nuestras rutinas diarias. Podemos buscar en ellas ejemplos sobre cuáles son las buenas acciones como cristianos, aquello de lo que es mejor alejarnos, o eso que tenemos que cuidar para estar en paz. El consejo divino reside en cada una de sus páginas, y el contacto permanente con la biblia nos ayudará a mantenernos en eje y equilibrados, a conocer aquello que aún desconocemos de nosotros mismos.
El conocimiento necesario para tomar buenas decisiones es algo que se trabaja a diario, no sucede por un acto de magia. Los Relatos Bíblicos tienen respuestas a todo eso que nos acontece, aquello incluso que atravesamos en la actualidad, por más que exista hace tiempo del que no fuimos parte. Resignificar la palabra de Nuestro Padre Celestial, estudiando en forma consciente a las escrituras, será una forma de obtener el consejo que en ocasiones pedimos en oración, o le solicitamos a nuestros hermanos. Discutir cada uno de los Pasajes Bíblicos en familia nos ayudará a tener una mejor y más ampliada visión sobre las cosas. Hacer consultas si no comprendemos algo no nos hace ignorantes, sino que nos va a llenar de información certera sobre las mejores prácticas para conducirnos en la vida.