“Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.”

1 Juan 5:15

Continuar el camino


En ocasiones nos desorientamos sobre cuáles son las mejores formas que tenemos de atravesar diferentes senderos. Se nos presenta un camino con varias opciones y no sabemos cuál tomar, porque tenemos miedo de aquello que nos estará esperando del otro lado. Pedimos consejos a los demás pero no nos alcanzan, porque de alguna manera sabemos que la decisión final recaerá en nosotros. No tenemos certeza y nos desesperamos ante la incertidumbre, ante el deseo de cambiar. La ansiedad no es buena amiga en esos momentos y podemos llegar a estresarnos lo suficiente como para que eso comience a afectar a nuestra salud.

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Recurrir a Dios cuando nos sintamos desbordados es una forma de alivianar nuestra carga. Consultarlo sobre qué podríamos hacer, cuáles son las metas o desafíos que nos esperan. Compartir con Nuestro Padre nos dará la calma necesaria para tomar decisiones por fuera de nuestra propia ansiedad. Dios estará resguardándonos, brindando el aliento necesario para continuar con nuestro camino, así elijamos una de las oportunidades, o ninguna de ellas y nos inclinemos por empezar de nuevo todo. Confiar en Él y mantenernos serenos y en la fe, será la mejor forma de empezar a transitar algo que no conocemos.