“Oh Señor, por estas cosas viven los hombres, y en todas ellas está la vida de mi espíritu.Restabléceme la salud y haz que viva”

Isaías 38:16

Dios siempre escucha nuestras plegarias


En momentos de inestabilidad emocional o de problemas tan graves que no sabemos cómo proceder(tales como una afección de salud), es muy probable que recurramos a la oración y al pedido desanación por parte de nuestro Padre Celestial. Es muy común que sólo acudamos a nuestro Señor en esos momentos extremos, en los cuales no tenemos ni el control ni la esperanza suficiente para seguir adelante.No debemos entonces amargarnos o caer en la sencilla desilusión cuando nuestras plegarias parecieran no ser escuchadas si no encontramos una solución rápida o una sanación inmediata. Claramente nuestro Dios no quiere ni pretende dar lugar a ese pedido. Porque Él no es doctor ni curandero. Tampoco es servicio de emergencia. Es Padre, compañero, amigo y por sobre todo, es iluminación ante situaciones que debemos resolver por nuestros propios medios.