“Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.”

Santiago 1:12

El propósito del Señor


Muchas veces atravesamos situaciones que no logramos comprender en el momento que acontecen. Momentos confusos en los que preferimos estar alejados de Dios, simplemente porque no entendemos porqué nos pone ciertos desafíos por delante. Resulta más fácil cuestionarlo y enojarse con Él antes que llamarnos a la oración y la reflexión profunda de lo que nos está sucediendo. Nos impacientamos y sufrimos por demás porque nos encontramos necios ante la voluntad divina.

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La realidad es que todos los obstáculos y situaciones desafiantes sólo nos pondrán a prueba pero después nos harán cristianos más fuertes y más fieles. Porque detrás de ese malestar que nos pueda estar sucediendo, Dios tendrá un propósito mayor: de aprendizaje. Nuestro Padre nos convocará a dar lo mejor de nosotros siempre, aún cuando pueda resultar difícil para nosotros mismos, o pensemos que el llamado es el equivocado. Ofuscarnos o mostrarnos irreverentes ante Nuestro Señor sólo nos traerá oscuridad y mayor confusión en el momento en el que más necesitamos de su compañía. Él no nos dejará solos, no será consuelo momentáneo sino que estará a nuestro lado para mostrarnos lecciones valiosas que no siempre serán las más fáciles de transitar. Mantener la calma en los momentos de indecisión o de estrés, contemplar que existen herramientas para sobrellevar el dolor y conectar desde lo profundo de nuestros corazones con el Señor, será lo que nos aleje de la desconfianza.