“Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.”

Apocalipsis 4:11

Cuidar lo que nos fue dado


Muchas veces olvidamos lo maravilloso que es el Mundo que Dios ha creado para nosotros. Damos por sentada nuestra existencia como habitantes de la Tierra y consumimos a mansalva todos los recursos que ella tiene para darnos. Pensamos que la naturaleza va a proveer, que las industrias pueden seguir extrayendo sus frutos, que puede continuar este crecimiento en escala, pero simplemente no notamos que estamos equivocados. Que miles de animales están siendo afectados, que nuestros océanos y mares ya no nos los mismos y que cada vez el escenario parece ser peor.

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Es cierto que Dios ha puesto sobre nosotros un cielo hermoso que contemplar, senderos que podemos recorrer, paisajes en los cuales descansar. Nuestro compromiso como hijos devotos y fieles es cuidar del hogar que se nos da hado. Reflexionar sobre qué acciones podemos tomar para tener un mayor cuidado y resguardar el futuro de nuestras comunidades. Servir a Nuestro Padre también deberá incluir al cuidado de su más maravillosa obra. Olvidar que todo es finito si no ponemos nuestro esfuerzo en protegerlo, puede ser un error fatal, para nosotros mismos y para la naturaleza. Nuestro Padre ha puesto a merced el uso responsable de los recursos que nos fueron dados, no malgastemos su regalo por pensar sólo en nuestro bienestar.