“Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en él buscan refugio.”

Proverbios 30:5

Nuestras declaraciones


Declarar algo puede ser una forma de mostrar nuestra propia valentía. Manifestar nuestro amor, mostrar nuestra rabia, celebrar con alegría. Todas ellas son maneras de hacernos responsables de nuestros propios sentimientos. Hacer una declaración muchas veces traerá consigo consecuencias agradables o no, de todas formas de eso se trata arriesgarse. Puede ser un modo de configurar nuestros días o semanas, si creemos que van a suceder cosas que nos alegren o nos enseñen algo nuevo, pensar en ello positivamente hará que esa manifestación se vuelva un hecho.

Publicidad

Rodearse de hermanos que compartan nuestros valores y nuestras creencias nos mantendrá enfocados. Pero también dar lugar a conocer a aquellos que piensan diferente para poder mostrarles el camino de Dios, será un gran desafío. Declararnos abiertos de pensamiento y ser lo suficientemente flexibles para debatir nuestras ideas y poner en juicio a nuestras propias elecciones nos llevará a ser más sinceros con nosotros mismos. Nuestro Padre siempre nos dará su amparo cuando no sepamos cómo manejarnos o cómo poner en palabras aquello que queremos decir. Lo importante es tener la voluntad de compartirlo, de vivirlo junto con nuestros hermanos. Ver en otro reflejada nuestra creencia y anticipar que compartimos con el prójimo un extenso camino en la fe y el amor de Cristo.