“Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos”.

Proverbios 17:22

La importancia de un corazón feliz


Se estima que una persona que mantiene una perspectiva optimista y feliz de la vida es menos propensa a sufrir problemas relacionados al estrés, y a las emociones negativas. Al no permitir que la amargura se aloje en su corazón, tampoco invadirá su cuerpo físico. De igual manera, aquella persona que utiliza modos amables para dirigirse a los otros, y que trata de llevar una sonrisa en su rostro, a pesar de las adversidades, también atraerá personas con ese mismo ánimo. Por el contrario, si nos aferramos al mal humor, al trato despectivo, o vivimos la vida sin valorar los pequeños detalles que a veces nos pueden dar goce, aunque sean mínimos, estamos provocando que se seque nuestro corazón, volviéndolo impermeable a nuevas experiencias, alejándonos de la calidez que podemos hallar en nuestro hogar, en nuestro trabajo o en los lugares que frecuentamos.