En las ocasiones donde el descreimiento por la salvación o la Gracia del Señor nos toma por completo, es cuando más nos tendremos que apoyar en quienes tienen el estandarte de la Fe y el Espíritu Santo elevado en sus corazones. Seguir por el camino que Dios Padre nos indica, nos hará establecer una coraza de bendiciones y de iluminación, procurando resaltar siempre las buenas acciones, intencionadas hacia el más necesitado, siguiendo el plan divino que nuestro Padre Celestial tiene para cada uno de nosotros.Si nos mantenemos por dicho camino de iluminación y de misericordia, recolectaremos todo locosechado. Si se trata de buenas acciones, inspiradas en las lecturas de las santas escrituras, sustentadas por la oración y la devoción por Cristo Jesús, estaremos entonces ante el fruto de la vida eterna, para poder disfrutar en el reino de los Cielos.