“Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos.”

Gálatas 6:9

Postergando


Muchas veces postergamos cosas o decisiones porque simplemente pensamos que tendremos tiempo infinito para hacerlo. Un viaje soñado, perseguir una nueva profesión, aventurarnos a eso que nunca no nos animamos a hacer. Lo cierto es que creer que las posibilidades pueden darse en cualquier momento en ocasiones nos hace perder esa oportunidad que tanto anhelamos. Cuando nos decidamos a hacerlo esperando a tener un panorama óptimo o bajo nuestro control, probablemente ya sea tarde. Poner excusas una y otra vez o boicotear nuestros planes porque no tenemos la voluntad suficiente nos alejarán de lo esperado. Dejarlo todo para mañana cuando podemos tomar las riendas de nuestro futuro.

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Cuando nos invada la pereza o la falta de energías para ir por eso que queremos, debemos disponer nuestros planes a Dios. Nuestro Señor nos guiará y nos llenará de fuerzas para comprometernos con nuestro bienestar. Tener momentos de conexión con Él y mostrarle nuestros anhelos nos llevará cada vez más cerca de conseguirlos. Si estamos perdidos sobre cómo hacerlo, o qué decisiones nos acercarán a alcanzarlo, debemos confiar en que Dios nos mostrará las mejores formas de alcanzarlo. Porque nuestros anhelos son los suyos propios, porque como Padre quiere cuidar y ser guardián de nuestro camino.